jueves, 3 de febrero de 2011

JOSE CORONEL URTECHO EN LA MAGIA DEL VANGUARDISMO NICARAGÜENSE.

JOSE CORONEL URTECHO EN LA MAGIA DEL VANGUARDISMO NICARAGÜENSE.: "

Tú sabes que mi llanto fue de lágrimas,
i no de perlas. Te amo.
Soy el asesino de tus retratos.
Por vez primera comimos naranjas.
Il n’y a pas de chocolat —dijo tu ángel de la guarda.

Ahora podías perfectamente
mostrarme tu vida por la ventana
como unos cuadros que nadie ha pintado.
Tu vestido de emperador, que cuelga
de la pared, bordado de palabras,
cuánto más pequeño que ese pajama
con que duermes ahora,
que eres tan sólo un alma.

Yo te besé las manos.
"Stella —tú hablabas contigo mismo—
llegó por fin después de la parada",
i no recuerdo qué dijiste luego.
Sé que reímos de ello.

(Por fin te dije: "Maestro, quisiera
ver el fauno".
Mas tú: "Vete a un convento")

José Coronel Urtecho nació en Granada, el 28 de febrero de 1906. Terminó sus estudios secundarios en 1924, en la primera promoción del Colegio Centroamérica de Granada, regido por padres jesuitas. Desde muy joven dio muestras de su gran talento poético y su capacidad como líder intelectual.
Participó activamente en la fundación de la revista Centro-América, publicada por los alumnos del colegio, que preconiza de alguna forma su futura acción editorial. En sus páginas publicó, entre los años 1920-25 sus primeras composiciones literarias. Después viajó a San Francisco, donde estudió literatura y se familiarizó con la literatura norteamericana, que había de influir en su vida y su obra literaria como ninguna otra.
En 1927 José Coronel Urtecho regresó de los Estados Unidos y empezó a publicar artículos y poemas en El Diario Nicaragüense de Granada, dirigido por Pedro Joaquín Cuadra Chamorro, destacándose pronto por la originalidad de su pensamiento y su visión de la historia y la literatura nicaragüense. Entre los poemas de esta época vale la pena destacar su "Oda a Rubén Darío," que había de definir la posición del movimiento de Vanguardia frente a la presencia del "paisano inevitable" como lo llama en la última estrofa. La posición de Coronel Urtecho es a la vez de rechazo y adhesión, es la insurrección del discípulo frente al admirado maestro, y en su búsqueda del verdadero Darío, el poeta se opone a los falsos seguidores: "He tenido una reyerta/ con el ladrón de tus corbatas/ (yo mismo cuando iba a la escuela)/ el cual me ha roto tus ritmos/ a puñetazos en la oreja." Todos los elementos de la nueva poética vanguardista se encuentran ya en esta Oda, desde la palabra vernácula y el ritmo indiano, hasta la cotidianeidad poética y el corte popular de sus metáforas. Con este poema, José Coronel Urtecho contribuye en forma decisiva, a la formación del perfil intelectual del grupo de poetas jóvenes que compondrían el movimiento de Vanguardia.
En 1928 José Coronel Urtecho funda la segunda época de la revista Semana, que dirige en compañía de Luis Alberto Cabrales y Luis Pasos Argüello. La importacia de esta publicación es seminal, ya que introduce en el país poesía extranjera nueva y sirve como medio de difusión de la producción poética de la época. De este año data su famosa composición "Obra maestra," brevísimo poema compuesto por dos sintagmas: "O [impresa en caracteres grandes] / ¡cuánto me ha costado hacer esto!". En este poema Coronel pone en práctica los principios de los movimientos de Vanguardia, investigando las posibilidades semióticas del lenguaje y reflexionando, irónicamente, sobre los principios de la creación literaria. Fernando Quiñones interpreta este poema como una metáfora del punto de partida, un retorno a cero para volver a empezar: "El punto de partida es cuando la estantería mayéstica de la poesía de Rubén Darío ha sido reducida a polvo y no resta nada, sino eso, el punto de partida... Abandonar la poesía de Rubén Darío era abandonar la referencia de la poesía a la poesía, la identidad de la poesía consigo misma: y el mundo gira y gira en torno a este punto central un giro circular..."(66) Punto de partida pero también totalidad del mundo, retomar las formas originales para moldearlas con manos nuevas, con una nueva visión de la estructura y la función poética, eso es que representó la Vamguardia, y ese es el mensaje de José Coronel Urtecho en su poema.
El primero de marzo de 1929 funda junto con Dionisio Cuadra Benard la revista Criterio, en Granada, en torno a la cual se congregan poetas contemporáneos como Cabrales, Manolo Cuadra y Alejandro Torres Sanabria, así como poetas de la generación anterior como el Padre Azarías H. Pallais, y la firma joven de Pablo Antonio Cuadra. Tanto por su labor editorial, como por su constante búsqueda y descubrimiento de literaturas nuevas, José Coronel Urtecho desempeñó dentro del movimiento de vanguardia la función de líder y mentor, función que luego ha profesado en sucesivas generaciones de artistas nicaragüenses.
En junio de 1931 Pablo Antonio Cuadra y Octavio Rocha empiezan a publicar en El Correo de Granada, el suplemento literario bisemanal Rincón de Vanguardia, que más tarde se llamará simplemente Vanguardia, donde se publicará la mayor parte del material poético producido por el movimiento de Vanguardia nicaragüense. De esta época datan los más famosos poemas de José Coronel Urtecho, como "Oda al Mombacho," "Oda a la torre de la Merced" lugar de reunión del grupo de Vanguardia, y su famosa "Pequeña oda a Tío Coyote." "Oda al Mombacho" es uno de los grandes poemas de las letras nicaragüenses y de América Latina. En él, la concentración de la rima, la repetición de sonidos y la contraposición de imágenes, logra un efecto magistral que permite al lector captar toda la fuerza y el poder que representó en su momento un volcán como el Mombacho, en contraste con su silente pasividad actual. "Mombacho / Monte murruco / Volcán eunuco / Buey muco / Dios timbuco / ¡Arriba! / ¡Monte timba!" La ruptura de la Vanguardia con los elementos tradicionalmente poéticos, permitió la construcción de nuevos registros metafóricos que demostraron ser más efectivos, para transmitir el sentir y el pensamiento del poeta, que los fatigados símiles clásicos. Los siguientes versos de la cuarta estrofa proporcionan un excelente ejemplo de la nueva estética vanguardista: "Monte / obeso como un obispo en el sitial del horizonte / exhibes tu pereza altanera / tu majestad casera / tu dentera / muela picada de la cordillera." Pero el verdadero fin de la nueva escuela estética era la búsqueda de la belleza más allá de los prototipos convencionales, lo que llevó al descubrimiento de que la esencia íntima de las cosas encierra más belleza que la pomposa forma y el afeite. Ese placer de lo cotidiano y lo simple se refleja en los siguientes versos: "Ya no eres el Dios insolente / con el crepúsculo al hombro como un papagallo / con un león en la frente / el invierno en una mano / y en la otra mano el verano / Ahora / te orinas en la pila de la aguadora / Pues bien. Yo te amo / como se ama a un sapo.La poessia de urtecho trasciende el infinito y termina en el patio de su casa en el rio san juan. lic:RENE DAVILA."

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