MANOLO CUADRA PRECURSOR DEL VANGUARDISMO.: "
PERFIL
Yo soy triste como un policía
de esos que florecen en las esquinas,
con un frío glacial en el estómago
y una gran nostalgia en las pupilas.
Pero yo olvidé la clava
y me puse el alma en la mano.
A mis pobres nervios enfermaron
tantas babosadas municipales
calles inexpresivas
como películas americanas.
(Los peluqueros no tienen alma
proclama mi barba sucia).
Yo soy triste como un policía
de esos que florecen en las esquinas,
con un frío glacial en el estómago
y una gran nostalgia en las pupilas.
Pero yo olvidé el silbato
y me puse el alma en los labios.
Manuel Antonio Cuadra Vega, quinto de los nueve hijos del matrimonio formado por la profesora Josefa María Vega Fornos, quien también escribió versos, y del próspero comerciante Manuel Antonio Cuadra Urbina, quien solía enrolarse en aquellas revueltas de la primera década del siglo, encabezadas por el general Emiliano Chamorro. Precisamente, para la Guerra del Atlántico (1909), Cuadra Urbina abandonó sus negocios y procurándole a su familia cierta seguridad la refugió en Granada. Retornó en enero de 1910, después de la caída del régimen liberal del general José Santos Zelaya.
En 1913, el combatiente fue nombrado por el gobierno conservador Comandante de Armas del puerto de San Juan del Sur, hacia donde se trasladó con la prole y hasta con una maestra para su educación privada.En 1915, los Cuadra Vega regresaron a Granada, donde el pequeño Manuel Antonio continuó su aprendizaje en una escuela del vecindario, Las Romeritos, pasando luego al Colegio Salesiano. En 1919, mientras su familia se establecía en Masaya, quedó interno en el mismo colegio para cursar telegrafía y radiocomunicaciones.
El 10 de enero de 1920 murió la madre, víctima de tuberculosis, provocándose una crisis sentimental y disolución familiar que marcaría al adolescente por siempre. Entonces, de 1922‑1924, para colaborar con su padre, trabajó como auxiliar en la Oficina de Telégrafos de Masaya. En 1925 arrancaron sus avatares y aventuras políticas, bélicas e idealistas al incorporarse como soldado a las tropas del general Humberto Pasos Díaz y amotinar a sus compañeros, que demandaban salarios atrasados, por lo que conoció por primera vez la cárcel.En 1927 aparecieron sus poemas primigenios en los periódicos San Fernando, de Masaya, La Noticia Ilustrada y La Semana, de Managua, donde fue presentado por un conocido de infancia, José Coronel Urtecho. La presentación dice:Manolo Cuadra fue a San José de Costa Rica a pie.
Es boxeador amateur y amateur poeta.Aquí donde confunden al poeta con el enamorado, con el músico y con el orador da lástima decirle poeta a ese muchacho sano y fuerte que hace versos como si diera papirotazos.Las flores que lanza alguna rara vez parecen lanzadas con honda.
Manolo Cuadra: hondero de palabras.Un poco pesimista – ¡y tan muchacho!- puso knock-out a su yo romántico tropical. Al sudor que le queda en la frente le llama lágrimas.Manolo es constructor. Hace de versos muñecos de cuerda, fores chicos y bombillas eléctricas. De los feos actos suele hacer pequeñas máquinas. El sentimiento no se ve pues se hace movimiento. Manolo Cuadra pertenece al team nuestro, poetas vanguardistas. Luis Alberto Cabrales, que también pertenece al team, dijo que el gran padre Pallais y José Coronel Urtecho (yo) somos de los “mejores poetas” de Nicaragua. Es cierto. Y él también y Manolo. Sin pretensiones, poetas en el nuevo sentido de la palabra, temporáneo y limitado, poco importante. Como si yo dijera que somos el mejor club de fútbol.
La poesía es un sport espiritual –una bonita manía.Pero Nicaragua –país fecundo- tiene sus grandes poetas –poetas de grande- poetas esféricos, de ribetes eternos- Don Rubén, Don Santiago, Don Manuel, Don Ramón. ¡¡¡Pon…Pon!!!Es aquí que Manuel Antonio Cuadra Vega cambiará su nombre por el de Manolo Cuadra y se convertirá en uno de los miembros más representativos y controversiales, incluso para el mismo grupo, del Movimiento de Vanguardia. Es el otro gran ausente de Granada, debido a su movilidad laboral por Rivas (1928), Masaya y Tipitapa (1929), Las Maderas y Las Banderas (1930-31) y Managua.
Poeta fundador de la moderna narrativa nicaragüense, novelista y cuentista testimonial, ensayista epistológrafo, comentarista deportivo y periodista.En 1932 se enroló en la Guardia Nacional, siendo de inmediato transferido sucesivamente a Quilalí, El Jícaro, Ocotal y Teotecacinte, Las Segovias, a luchar contra las fuerzas campesinas y anti intervencionistas del general Sandino, experiencia que se registrará en sus cuentos Contra Sandino en la montaña (1942). En 1935 dejó la G.N., se afilió al Partido Trabajador Nicaragüense (PTN) y se declaró admirador de Sandino y de su gesta, dedicándose al periodismo y a escribir una obra sobre el guerrillero, convirtiéndose así en uno de los primeros intelectuales de izquierda de Nicaragua, muy sui géneris; ex conservador, ex guardia nacional y cristiano. Al lado de su hermano, el teniente Abelardo Cuadra Vega, participó en la sublevación de oficiales contra el jefe director de la Guardia, el general Somoza García, y fue encarcelado. Sus ex compañeros vanguardistas gestionaron ante el presidente Juan Bautista Sacasa y el general Somoza García y consiguieron su libertad, mientras su hermano Abelardo era procesado y condenado a muerte, conmutándole posteriormente la pena.
Integrante del Comité de Huelgas de 1936, opositor inquebrantable de la naciente dictadura y del régimen de Somoza García, en 1937 fue confinado a Corn Island con otros militantes del Partido Trabajador de Nicaragua y a su regreso a Managua escribió Itinerario de Little Corn Island. En 1938, a raíz de la división del PTN, se marchó a trabajar como peón en las bananeras de Costa Rica.
La década del 40 la pasó entre cárceles, confinamientos, en la Editorial y Círculo de Letras Nuevos Horizontes, en el Hotel Ayala y en redacciones de diarios y revistas (“Bombas de Mano… lo”, “Con DDT”, “Suceda lo que suceda la dictadura caerá…” y “Santo y Seña”). Hizo una que otra salida a Costa Rica. En 1945 publicó su diario de prisión o novela humorística, Almidón. Había formado pareja y hogar con Edith Ayala, con quien tuvo tres hijos. El 13 de octubre de 1949 se publica el manifiesto de UNAP y entre los firmantes, el primero es el poeta Manolo Cuadra. En 1950 realizó un anhelado y proyectado viaje a Nueva York, viviendo unos meses al lado de sus hermanos Luciano y Gilberto.En 1951 salió nuevamente exiliado, ahora a El Salvador.
En 1952, sus camaradas deL partido socialista le organizan un viaje a Europa con el objeto de conocer el sistema comunista, pero, a media gira, se regresó. En agosto de 1954 es de nuevo desterrado a Costa Rica por órdenes del general Somoza García y en octubre de 1955 aparece su único libro de poemas, Tres amores, mientras trabaja como columnista en los diarios firmando con el seudónimo de Sergio Corazain.
Casado por segunda vez, ahora con Ruth Waters, procreó tres hijos. Intervenido quirúrgicamente en el Hospital del Seguro Social de San José, se le diagnostica un cáncer renal. Regresa a Managua, a mediados de 1957, y fallece a las 4 y 15 p.m. del 14 de noviembre del mismo año. En 1995 se recogieron y seleccionaron sus cartas y ensayos políticos y de crítica de arte bajo el título El gruñido de un bárbaro, Managua, Editorial Nueva Nicaragua, introducción y notas de Julio Valle‑Castillo .LIC:RENE DAVILA"
miércoles, 23 de febrero de 2011
lunes, 21 de febrero de 2011
HONOR Y GLORIA A LAS MANOS LABORIOSAS DEL MAESTRO RODRIGO PEÑALBA.
HONOR Y GLORIA A LAS MANOS LABORIOSAS DEL MAESTRO RODRIGO PEÑALBA.: "
AUTO RETRATO DEL MAESTRO PEÑALBA.
RODRIGO PEÑALBA
nació en León de Nicaragua, el 15 de mayo de 1908 y murió en San Pedro Sula, Honduras, el 3 de junio de 1979. Pasó su infancia y primera adolescencia en León. Hijo de don Pastor Peñalba Argüello, heredó de su padre la vocación y el oficio de pintor. Bachiller del Colegio Centroamérica de Granada, marchó en 1925 a México y Estados Unidos a estudiar pintura. Posteriormente estudió en la Academia de San Fernando de Madrid (1933-1937) en la Academia de San Carlos de México (1937-1939), y en la Regia Scuola di Belle Arti, en Roma (1938-41). Regresó a América en 1946, expuso en Nueva York y Washington en el gran momento inicial de la Escuela de Nueva York y su pintura expresionista y figurativa, fue saludada por la crítica estadounidense. En 1948 fue nombrado director de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Nicaragua, en Managua, desde la cual a lo largo de dos décadas (1960-1973), amaestró, fundamentó, estimuló y organizó el movimiento pictórico nicaragüense. Es el pionero y el maestro por excelencia de nuestras artes plásticas. Desde 1946 hasta poco antes de su muerte participó en innumerables exposiciones colectivas nacionales e internacionales, dos retrospectivas y varios concursos. Nutrido del arte moderno europeo y mexicano, se propuso explorar y expresar la americanidad y concretar un arte integral (pintura, escultura y arquitectura), iniciando en Nicaragua el muralismo y el materismo y realizando la pintura religiosa colonial y el retrato criollo y burgués de los siglos XVIII y XIX.
Contemplando en perspectiva, se puede afirmar que Rodrigo Peñalba (1908-1979) nació para pintar, que fue producto de la pintura y que es el fundador de las presentes artes visuales de Nicaragua. Los datos biográficos dicen que en verdad fue hijo de un optometrista de profesión, que se ganaba la vida midiendo la captación del ojo o el alcance de la vista; pero cuya verdadera vocación era la de pintor, que sobre todo es el arte de ver. Las telas y biombos de don Pastor (1879-1959), como se llamaba su padre y se le trataba en el ambiente, producidos a lo largo de su existencia, aunque presa de las limitaciones provincianas, se plantean como imitación o copia fiel de las estampas bíblicas de los renacentistas, o versiones de los paisajes nativos, representaciones de los ímpetus de la naturaleza encarnados en los caballos, propios del romanticismo y, alguna vez, como alegoría, lo que revelaba el gusto y la sensibilidad afrancesada…
En Rodrigo Peñalba confluyen o culminan todos aquellos tanteos y aproximaciones locales en y a la plástica, desde los siglos coloniales hasta comienzos del siglo XX. Es nuestro último pintor provincial y tradicional y, a su vez, nuestro primer pintor cosmopolita, “mediterráneo” o nicaragüense, lo llama Pablo Antonio Cuadra, moderno y profesional, puesto que vivió y subsistió de la pintura. En él es reconocible esta trayectoria débil y fragmentada o discontinua y con él podemos arrancar la creación y la vigorosa tradición contemporánea.
Aquel academicismo opresivo, aquel mimetismo de colonizados, que sometía la creatividad, en Peñalba se convertiría en escuela, profesión, rigor y vínculo directo con las academias y escenarios metropolitanos. En él se contraponen, se debaten y sintetizan las concepciones clásicas y románticas y, por consiguiente, modernas, de que si el arte es imitación de la naturaleza, al mismo tiempo es creación de otra naturaleza: revelación del yo, y, por ende, expresión confesional, subjetiva, un sostenido autorretrato, libérrima (modernidad igual a diversidad, a versatilidad).
Al manera de aquellos anónimos pintores de los Virreinatos de la Nueva España, México, y del Perú y de la Capitanía General de Guatemala del siglo XVII, su temática es religiosa, incluso, al servicio de la iglesia católica y de su discurso ideológico; pero a diferencia de ellos, su pintura trasciende para ser el signo de una profunda vivencia espiritual y de un proceso de conversión muy particular, que lo hacen quizá uno de los pocos pintores auténticamente religiosos de América, en este siglo tan signado por el racionalismo, el laicismo y el materialismo.
En él también sobrevive y se realiza primordialmente el retratismo de los criollos del siglo XVIII y de los burgueses del siglo XIX que se propusieron fijar la fisonomía y el carácter de los españoles o “chapetones” fincados en la provincia y que documentaron la fisonomía mestiza…
Todos estos empeños, concepciones, índoles y motivos perviven de veras en Peñalba, más exactamente, viven por vez primera, como no vivieron antes. Él es lo mejor del pasado, su rescate e invención, y fue el comienzo del futuro, es decir, de la pintura nicaragüense a partir de la década del cincuenta. Si los retratistas del XVIII y XIX, si don Pastor y sus contemporáneos, como Juan Bautista Cuadra (1877-1952), ofrecen algún interés, es porque la luz de Peñalba se proyecta sobre ellos iluminándolos retrospectivamente. Si Peñalba importa es porque tiene obra y como maestro tuvo discípulos, es decir, porque alumbra el porvenir. Es puerto de llegada y punto de partida… LIC: RENE DAVILA.
."
AUTO RETRATO DEL MAESTRO PEÑALBA.
RODRIGO PEÑALBA
nació en León de Nicaragua, el 15 de mayo de 1908 y murió en San Pedro Sula, Honduras, el 3 de junio de 1979. Pasó su infancia y primera adolescencia en León. Hijo de don Pastor Peñalba Argüello, heredó de su padre la vocación y el oficio de pintor. Bachiller del Colegio Centroamérica de Granada, marchó en 1925 a México y Estados Unidos a estudiar pintura. Posteriormente estudió en la Academia de San Fernando de Madrid (1933-1937) en la Academia de San Carlos de México (1937-1939), y en la Regia Scuola di Belle Arti, en Roma (1938-41). Regresó a América en 1946, expuso en Nueva York y Washington en el gran momento inicial de la Escuela de Nueva York y su pintura expresionista y figurativa, fue saludada por la crítica estadounidense. En 1948 fue nombrado director de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Nicaragua, en Managua, desde la cual a lo largo de dos décadas (1960-1973), amaestró, fundamentó, estimuló y organizó el movimiento pictórico nicaragüense. Es el pionero y el maestro por excelencia de nuestras artes plásticas. Desde 1946 hasta poco antes de su muerte participó en innumerables exposiciones colectivas nacionales e internacionales, dos retrospectivas y varios concursos. Nutrido del arte moderno europeo y mexicano, se propuso explorar y expresar la americanidad y concretar un arte integral (pintura, escultura y arquitectura), iniciando en Nicaragua el muralismo y el materismo y realizando la pintura religiosa colonial y el retrato criollo y burgués de los siglos XVIII y XIX.
Contemplando en perspectiva, se puede afirmar que Rodrigo Peñalba (1908-1979) nació para pintar, que fue producto de la pintura y que es el fundador de las presentes artes visuales de Nicaragua. Los datos biográficos dicen que en verdad fue hijo de un optometrista de profesión, que se ganaba la vida midiendo la captación del ojo o el alcance de la vista; pero cuya verdadera vocación era la de pintor, que sobre todo es el arte de ver. Las telas y biombos de don Pastor (1879-1959), como se llamaba su padre y se le trataba en el ambiente, producidos a lo largo de su existencia, aunque presa de las limitaciones provincianas, se plantean como imitación o copia fiel de las estampas bíblicas de los renacentistas, o versiones de los paisajes nativos, representaciones de los ímpetus de la naturaleza encarnados en los caballos, propios del romanticismo y, alguna vez, como alegoría, lo que revelaba el gusto y la sensibilidad afrancesada…
En Rodrigo Peñalba confluyen o culminan todos aquellos tanteos y aproximaciones locales en y a la plástica, desde los siglos coloniales hasta comienzos del siglo XX. Es nuestro último pintor provincial y tradicional y, a su vez, nuestro primer pintor cosmopolita, “mediterráneo” o nicaragüense, lo llama Pablo Antonio Cuadra, moderno y profesional, puesto que vivió y subsistió de la pintura. En él es reconocible esta trayectoria débil y fragmentada o discontinua y con él podemos arrancar la creación y la vigorosa tradición contemporánea.
Aquel academicismo opresivo, aquel mimetismo de colonizados, que sometía la creatividad, en Peñalba se convertiría en escuela, profesión, rigor y vínculo directo con las academias y escenarios metropolitanos. En él se contraponen, se debaten y sintetizan las concepciones clásicas y románticas y, por consiguiente, modernas, de que si el arte es imitación de la naturaleza, al mismo tiempo es creación de otra naturaleza: revelación del yo, y, por ende, expresión confesional, subjetiva, un sostenido autorretrato, libérrima (modernidad igual a diversidad, a versatilidad).
Al manera de aquellos anónimos pintores de los Virreinatos de la Nueva España, México, y del Perú y de la Capitanía General de Guatemala del siglo XVII, su temática es religiosa, incluso, al servicio de la iglesia católica y de su discurso ideológico; pero a diferencia de ellos, su pintura trasciende para ser el signo de una profunda vivencia espiritual y de un proceso de conversión muy particular, que lo hacen quizá uno de los pocos pintores auténticamente religiosos de América, en este siglo tan signado por el racionalismo, el laicismo y el materialismo.
En él también sobrevive y se realiza primordialmente el retratismo de los criollos del siglo XVIII y de los burgueses del siglo XIX que se propusieron fijar la fisonomía y el carácter de los españoles o “chapetones” fincados en la provincia y que documentaron la fisonomía mestiza…
Todos estos empeños, concepciones, índoles y motivos perviven de veras en Peñalba, más exactamente, viven por vez primera, como no vivieron antes. Él es lo mejor del pasado, su rescate e invención, y fue el comienzo del futuro, es decir, de la pintura nicaragüense a partir de la década del cincuenta. Si los retratistas del XVIII y XIX, si don Pastor y sus contemporáneos, como Juan Bautista Cuadra (1877-1952), ofrecen algún interés, es porque la luz de Peñalba se proyecta sobre ellos iluminándolos retrospectivamente. Si Peñalba importa es porque tiene obra y como maestro tuvo discípulos, es decir, porque alumbra el porvenir. Es puerto de llegada y punto de partida… LIC: RENE DAVILA.
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LA CLARIDAD Y EL HERMETISMO EN LA POESÍA DE JOAQUIN CUADRA.
LA CLARIDAD Y EL HERMETISMO EN LA POESÍA DE JOAQUIN CUADRA.: "
CUATRO
Cerrando estoy mi cuerpo con las cuatro paredes,
en las cuatro ventanas que tu cuerpo me abrió.
Estoy quedando solo con mis cuatro silencios:
el tuyo, el mío, el del aire, el de Dios.
Voy bajando tranquilo por mis cuatro escaleras,
voy bajando por dentro, muy adentro de yo,
donde están cuatro veces cuatro campos muy grandes.
Por adentro, muy adentro, ¡qué ancho que soy!
Y qué pequeña que eres con tus cuatro reales,
con tus cuatro vestidos hechos en Nueva York.
Vas quedando desnuda y pobre ante mis ojos;
cuatro veces te quise; cuatro veces ya no.
Estoy cerrando mi alma, ya no me asomo a verte,
ya no te veo el aire que te diera mi amor;
voy bajando tranquilo con mis cuatro cariños:
el otro, el mío, el del aire, el de Dios.
Nació en Granada el 14 de mayo de 1914, se formó en el Colegio Centroamérica hasta bachillerarse. Anteriormente había estudiado parte de la primaria en el centro escolar de una apreciable y recordada profesora de la ciudad, a la que dedicaría —años más tarde— su poema ocasional La era de la Carmela Noguera. Por consiguiente, la presencia granadina —con el muelle de su puerto lacustre y el kiosko de su Parque Colón, las niñas estudiando piano a las diez de la mañana y los cocoteros, a medianoche, temblando bajo la luna— se halla presente en sus inicios poéticos.
Un poeta precoz, que escribía poesía con facilidad desde niño, y que llegó a resumir, según el criterio de Manolo Cuadra, las dos tendencias fundamentales en que se debatía en el mundo la poesía de vanguardia: la claridad y el hermetismo —las dos hemisferios que constituían, a la vez., su propia naturaleza— un doble don que conservó hasta su muy temprana muerte. Fue también un estupendo humorista, y sus ataques a la dictadura de Somoza en La Semana Cómica y Los Lunes de la Nueva Prensa lo llevaron no pocas veces a la cárcel.
1932 fue el año de su floración vanguardista, rica en vivencias literarias. Algunos lo toman muy en serio, como Pedro J. Cuadra Ch., director de El Diario Nicaragüense, quien le dedica unas glosas de sus artículos combativos en un pequeño libro: Puntos de literatura.
De 1933 a 1934, mientras colabora en Suplemento, La Reacción y La Voz de Oriente, estudia Derecho en su ciudad natal.
En 1935 se trasladó a Managua para proseguir su carrera. Labora y colabora en varias revistas: Opera bufa 1938, Centro, Los Lunes de la Nueva Prensa (donde tiene a su cargo las sesiones fijas “Laboratorio” y “Manicomio”).
Termina su quinto curso de Derecho en la Universidad Central, pero no se preocupa por obtener el título. Viaja por avión a San José de Costa Rica en busca del libro Todo puede suceder de George y Helen Papashvily. Su familia le arregla sus cosas personales en casa de una novia, con la que nunca contrae matrimonio; en cambio, tiene un hijo con otra.
Había dejado corregidas las pruebas de una selección poética Breve suma (Managua, Editorial Nuevos Horizontes). Y un traductor de poesía francesa y japonesa, china y africana; un cuentista (su cuento El ángel pobre debe figurar en todas las antologías centroamericanas), un ensayista, un humorista y un poeta excelente había desaparecido.
En 1943, a la edad de 29 años, fueron escogidas las muestras de su inagotable madurez poética para representar al Movimiento Nicaragüense de Vanguardia y Post-vanguardia, del que había sido su más alegre miembro y benjamín. Pero su poesía no era poesía de juventud sino juventud hecha poesía, dotada como nadie para la invención admirable y el fino humor.
Su grandeza está en el poder que tiene de convertir el lenguaje poético en un lenguaje común, o viceversa, dentro de una transparencia que se vuelve mágica; o como escribe Ernesto Cardenal, purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo/ en el que un día se escribirán los tratados de comercio/ la Constitución, las cartas de amor, y los decretos...Su poema Canto de guerra de las cosas, escrito en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, es uno de los grandes momentos de nuestra literatura.
Sus poesías sólo fueron recogidos muy parcialmente después de su muerte en Breve Suma (1947), un cuaderno publicado por la Editorial Nuevos Horizontes en Managua; pero la primer antología importante de su obra, seleccionada por Ernesto Cardenal, apareció en México en 1962 bajo el título Poemas de un joven.
Los poemas fueron agrupados de acuerdo al plan que Joaquín había diseñado para su obra inédita: Poemas de un joven que no ha viajado nunca (que incluía sus poemas sobre países que nunca visitó, pues prácticamente no salió de Nicaragua); Poemas de un joven que no ha amado nunca (que incluía sus poesías de amor); Poemas de un joven que no sabe inglés (que incluía sus poemas en esa lengua, que aprendió sin maestro desde niño); y además, Misterio indio, sus poemas de temática indígena.
Dentro de su evolución creadora, se distinguen dos fases: la adolescente, que abarca de 1928 a 1935, gestada entre los catorce y veintiún años de edad; y la juvenil propiamente dicha, a partir del último año. A la primera fase pertenecen canciones inspiradas en modelos alemanes e ingleses, y especialmente españoles.
La dipsomanía le hostiga, prepara su agonía; y el 20 de enero de 1947, cuatro meses antes de cumplir los 33 años, se le acaba la vida.Hono y gloria a este gran poeta nicaraguense. LIC : RENE DAVILA."
Ventana de informacion sobre la conservación del medio ambiente.
CUATRO
Cerrando estoy mi cuerpo con las cuatro paredes,
en las cuatro ventanas que tu cuerpo me abrió.
Estoy quedando solo con mis cuatro silencios:
el tuyo, el mío, el del aire, el de Dios.
Voy bajando tranquilo por mis cuatro escaleras,
voy bajando por dentro, muy adentro de yo,
donde están cuatro veces cuatro campos muy grandes.
Por adentro, muy adentro, ¡qué ancho que soy!
Y qué pequeña que eres con tus cuatro reales,
con tus cuatro vestidos hechos en Nueva York.
Vas quedando desnuda y pobre ante mis ojos;
cuatro veces te quise; cuatro veces ya no.
Estoy cerrando mi alma, ya no me asomo a verte,
ya no te veo el aire que te diera mi amor;
voy bajando tranquilo con mis cuatro cariños:
el otro, el mío, el del aire, el de Dios.
Nació en Granada el 14 de mayo de 1914, se formó en el Colegio Centroamérica hasta bachillerarse. Anteriormente había estudiado parte de la primaria en el centro escolar de una apreciable y recordada profesora de la ciudad, a la que dedicaría —años más tarde— su poema ocasional La era de la Carmela Noguera. Por consiguiente, la presencia granadina —con el muelle de su puerto lacustre y el kiosko de su Parque Colón, las niñas estudiando piano a las diez de la mañana y los cocoteros, a medianoche, temblando bajo la luna— se halla presente en sus inicios poéticos.
Un poeta precoz, que escribía poesía con facilidad desde niño, y que llegó a resumir, según el criterio de Manolo Cuadra, las dos tendencias fundamentales en que se debatía en el mundo la poesía de vanguardia: la claridad y el hermetismo —las dos hemisferios que constituían, a la vez., su propia naturaleza— un doble don que conservó hasta su muy temprana muerte. Fue también un estupendo humorista, y sus ataques a la dictadura de Somoza en La Semana Cómica y Los Lunes de la Nueva Prensa lo llevaron no pocas veces a la cárcel.
1932 fue el año de su floración vanguardista, rica en vivencias literarias. Algunos lo toman muy en serio, como Pedro J. Cuadra Ch., director de El Diario Nicaragüense, quien le dedica unas glosas de sus artículos combativos en un pequeño libro: Puntos de literatura.
De 1933 a 1934, mientras colabora en Suplemento, La Reacción y La Voz de Oriente, estudia Derecho en su ciudad natal.
En 1935 se trasladó a Managua para proseguir su carrera. Labora y colabora en varias revistas: Opera bufa 1938, Centro, Los Lunes de la Nueva Prensa (donde tiene a su cargo las sesiones fijas “Laboratorio” y “Manicomio”).
Termina su quinto curso de Derecho en la Universidad Central, pero no se preocupa por obtener el título. Viaja por avión a San José de Costa Rica en busca del libro Todo puede suceder de George y Helen Papashvily. Su familia le arregla sus cosas personales en casa de una novia, con la que nunca contrae matrimonio; en cambio, tiene un hijo con otra.
Había dejado corregidas las pruebas de una selección poética Breve suma (Managua, Editorial Nuevos Horizontes). Y un traductor de poesía francesa y japonesa, china y africana; un cuentista (su cuento El ángel pobre debe figurar en todas las antologías centroamericanas), un ensayista, un humorista y un poeta excelente había desaparecido.
En 1943, a la edad de 29 años, fueron escogidas las muestras de su inagotable madurez poética para representar al Movimiento Nicaragüense de Vanguardia y Post-vanguardia, del que había sido su más alegre miembro y benjamín. Pero su poesía no era poesía de juventud sino juventud hecha poesía, dotada como nadie para la invención admirable y el fino humor.
Su grandeza está en el poder que tiene de convertir el lenguaje poético en un lenguaje común, o viceversa, dentro de una transparencia que se vuelve mágica; o como escribe Ernesto Cardenal, purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo/ en el que un día se escribirán los tratados de comercio/ la Constitución, las cartas de amor, y los decretos...Su poema Canto de guerra de las cosas, escrito en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, es uno de los grandes momentos de nuestra literatura.
Sus poesías sólo fueron recogidos muy parcialmente después de su muerte en Breve Suma (1947), un cuaderno publicado por la Editorial Nuevos Horizontes en Managua; pero la primer antología importante de su obra, seleccionada por Ernesto Cardenal, apareció en México en 1962 bajo el título Poemas de un joven.
Los poemas fueron agrupados de acuerdo al plan que Joaquín había diseñado para su obra inédita: Poemas de un joven que no ha viajado nunca (que incluía sus poemas sobre países que nunca visitó, pues prácticamente no salió de Nicaragua); Poemas de un joven que no ha amado nunca (que incluía sus poesías de amor); Poemas de un joven que no sabe inglés (que incluía sus poemas en esa lengua, que aprendió sin maestro desde niño); y además, Misterio indio, sus poemas de temática indígena.
Dentro de su evolución creadora, se distinguen dos fases: la adolescente, que abarca de 1928 a 1935, gestada entre los catorce y veintiún años de edad; y la juvenil propiamente dicha, a partir del último año. A la primera fase pertenecen canciones inspiradas en modelos alemanes e ingleses, y especialmente españoles.
La dipsomanía le hostiga, prepara su agonía; y el 20 de enero de 1947, cuatro meses antes de cumplir los 33 años, se le acaba la vida.Hono y gloria a este gran poeta nicaraguense. LIC : RENE DAVILA."
Ventana de informacion sobre la conservación del medio ambiente.
sábado, 19 de febrero de 2011
GIOCONDA BELLI POESÍA DESNUDA HECHA MUJER.
GIOCONDA BELLI POESÍA "
Gioconda Belli (Managua, Nicaragua, 9 de diciembre de 1948), escritora.
Es una de las más populares escritoras nicaragüenses. Entre sus obras destacan "Línea de fuego" y "La mujer habitada", entre otras muchas.
Comenzó a escribir poesía, siendo premiada por sus poemas en 1970. Se opuso a la dictadura del general Somoza. Esto le valió verse obligada a emprender el exilio rumbo a México y Costa Rica. Fue durante años refugiada política. El régimen de Somoza la había condenado a prisión. Desde 1970 fue militante revolucionaria del Frente Sandinista de Liberación Nacional FSLN, organizacíon clandestina y perseguida cuyo objeto era la eliminación del régimen de Somoza. Tras su final ocupó cargos en el nuevo gobierno revolucionario. Destaca como autora de poesía y de novela. Primero con obras poéticas como Línea de Fuego, Truenos y Arco Iris y De la costilla de Eva. Más tarde, en 1988, publicó una exitosa novela, titulada La mujer habitada.
Nació en Managua, Nicaragua el 9 de diciembre de 1948. Su padre, Humberto Belli era empresario. Su madre, Gloria Pereira fue fundadora del Teatro Experimental de Managua. Gioconda fue la segunda de cinco hermanos: Humberto, Eduardo, Lucía y Lavinia, y cursó su primaria en el Colegio de La Asunción en Managua y la secundaria en el Real Colegio de Santa Isabel en Madrid, España, donde se bachilleró en 1965. Tras obtener un diploma en Publicidad y Periodismo en Filadelfia, Estados Unidos, regresó a Managua y en 1967 contrajo matrimonio. Su primera hija, Maryam, nació en 1969. Sus poemas aparecieron por primera vez en 1970 en el semanario cultural del diario La Prensa de ese país. Su poesía, considerada revolucionaria en su manera de abordar el cuerpo y sensualidad femenina, causó gran revuelo. Su libro “Sobre la grama” le ganó en 1972, el premio de poesía más prestigioso del país en esos años, el “Mariano Fiallos Gil” de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
Como muchos intelectuales de su generación, Belli se integró a las filas del FSLN y militó en esa organización desde 1970 hasta 1994. Perseguida por la dictadura somocista, vivió en el exilio en México y Costa Rica. Fue miembro de la Comisión Político-Diplomática del FSLN. Fue correo clandestino, transportó armas, viajó por Europa y América Latina obteniendo recursos y divulgando la lucha sandinista.
En 1978, obtuvo el prestigioso Premio Casa de las Américas (Cuba) en el género poesía por su libro “Línea de Fuego¨.
Después del triunfo sandinista y hasta 1986, ocupó varios cargos dentro del gobierno revolucionario. En 1984 fue representante sandinista ante el Consejo Nacional de Partidos Políticos y vocero del FSLN en la campaña electoral de ese año. Belli dejó todo cargo oficial en 1986 para dedicarse a escribir su primera novela. Fungió como directiva de la Unión de Escritores y fue una de las fundadoras del suplemento literario“Ventana”.
Entre 1982 y 1987, publicó tres libros de poesía: “Truenos y Arco Iris”, “Amor Insurrecto” y “De la costilla de Eva”. Estos libros o selecciones de los mismos se han publicado en España, México, Alemania, Bélgica, Inglaterra, Italia y Estados Unidos.
En 1988, Belli publicó su primera novela “La Mujer Habitada”, que fue muy aclamada por la crítica y alcanzó en Europa y América Latina, altos tirajes y numerosas ediciones. En Alemania –donde el tiraje llegó a un millón de ejemplares y alcanza más de veinte ediciones- la novela obtuvo el Premio de los Bibliotecarios, Editores y Libreros a la Novela Política del Año en 1989. Ese año la autora recibió también el Premio Anna Seghers. Desde su publicación, la novela ha sido traducida a once idiomas y ha tenido gran éxito editorial en España e Italia. En Estados Unidos, Warner Books la publicó bajo el nombre “The Inhabited Woman”.
Gioconda Belli junto al escritor chileno Ramón Díaz Eterovic, en 1989.
En 1990, se publicó la segunda novela, “Sofía de los Presagios”, en 1996, “Waslala”, ambas traducidas a varios idiomas. Gioconda publicó también un cuento para niños: “El Taller de las Mariposas”, que se publicó también en alemán, holandés e italiano y en 1998, otro libro de poemas, “Apogeo”.
En enero de 2001 apareció en Plaza Janés, su libro “El País bajo mi piel”, un testimonio-memoria de sus años en el sandinismo. Fue publicado, simultáneamente, en alemán, holandés e italiano. Su publicación en Estados Unidos estaba programada para el otoño del 2002 bajo el sello editorial Knopf y en Inglaterra, por la Editorial Bloomsbury de Londres. Hay una edición en ingles de 2002 titulada the country under my skin: A Memory of Love and War.
Desde 1990, Gioconda alterna su tiempo entre los Estados Unidos y Nicaragua. Se casó en 1987 con Charles Castaldi con el que tiene una hija, Adriana, nacida en 1993. De dos matrimonios previos, tiene tres hijos: Maryam (1969), Melissa (1973) y Camilo (1978).
La cantante catalana Carme Canela graba un disco con algunos de sus poemas de madurez en clave de jazz que se edita en primavera de 2008, de título Carme Canela canta Gioconda Belli. Sencillos Deseos.
En febrero del 2008 publica su última novela El infinito en la palma de la mano, la cual fue merecedora del Premio Biblioteca Breve 2008 de la editorial española Seix Barral y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. El pais de las Mujeres (2010) Su mas reciente libro, que habla de un mundo gobernado por mujeres. El libro fue sometido originalmente con el nombre de "Crónicas de la Izquierda Erótica", título basado en el Partido de la Izquierda Erótica que, en la novela, es el que fundan un grupo de mujeres en la ficticia Faguas y con el que toman el poder. El nombre Partido de la Izquierda Erótica se utilizó en Nicaragua en los años 80 por un grupo de mujeres entre las que estaba Belli. Lo llamaban el PIE, y fue bautizado así parafraseando el nombre del poemario de la poeta guatemalteca Ana María Rodas: Poemas de la Izquierda Erótica. LIC: RENE DAVILA."
Gioconda Belli (Managua, Nicaragua, 9 de diciembre de 1948), escritora.
Es una de las más populares escritoras nicaragüenses. Entre sus obras destacan "Línea de fuego" y "La mujer habitada", entre otras muchas.
Comenzó a escribir poesía, siendo premiada por sus poemas en 1970. Se opuso a la dictadura del general Somoza. Esto le valió verse obligada a emprender el exilio rumbo a México y Costa Rica. Fue durante años refugiada política. El régimen de Somoza la había condenado a prisión. Desde 1970 fue militante revolucionaria del Frente Sandinista de Liberación Nacional FSLN, organizacíon clandestina y perseguida cuyo objeto era la eliminación del régimen de Somoza. Tras su final ocupó cargos en el nuevo gobierno revolucionario. Destaca como autora de poesía y de novela. Primero con obras poéticas como Línea de Fuego, Truenos y Arco Iris y De la costilla de Eva. Más tarde, en 1988, publicó una exitosa novela, titulada La mujer habitada.
Nació en Managua, Nicaragua el 9 de diciembre de 1948. Su padre, Humberto Belli era empresario. Su madre, Gloria Pereira fue fundadora del Teatro Experimental de Managua. Gioconda fue la segunda de cinco hermanos: Humberto, Eduardo, Lucía y Lavinia, y cursó su primaria en el Colegio de La Asunción en Managua y la secundaria en el Real Colegio de Santa Isabel en Madrid, España, donde se bachilleró en 1965. Tras obtener un diploma en Publicidad y Periodismo en Filadelfia, Estados Unidos, regresó a Managua y en 1967 contrajo matrimonio. Su primera hija, Maryam, nació en 1969. Sus poemas aparecieron por primera vez en 1970 en el semanario cultural del diario La Prensa de ese país. Su poesía, considerada revolucionaria en su manera de abordar el cuerpo y sensualidad femenina, causó gran revuelo. Su libro “Sobre la grama” le ganó en 1972, el premio de poesía más prestigioso del país en esos años, el “Mariano Fiallos Gil” de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
Como muchos intelectuales de su generación, Belli se integró a las filas del FSLN y militó en esa organización desde 1970 hasta 1994. Perseguida por la dictadura somocista, vivió en el exilio en México y Costa Rica. Fue miembro de la Comisión Político-Diplomática del FSLN. Fue correo clandestino, transportó armas, viajó por Europa y América Latina obteniendo recursos y divulgando la lucha sandinista.
En 1978, obtuvo el prestigioso Premio Casa de las Américas (Cuba) en el género poesía por su libro “Línea de Fuego¨.
Después del triunfo sandinista y hasta 1986, ocupó varios cargos dentro del gobierno revolucionario. En 1984 fue representante sandinista ante el Consejo Nacional de Partidos Políticos y vocero del FSLN en la campaña electoral de ese año. Belli dejó todo cargo oficial en 1986 para dedicarse a escribir su primera novela. Fungió como directiva de la Unión de Escritores y fue una de las fundadoras del suplemento literario“Ventana”.
Entre 1982 y 1987, publicó tres libros de poesía: “Truenos y Arco Iris”, “Amor Insurrecto” y “De la costilla de Eva”. Estos libros o selecciones de los mismos se han publicado en España, México, Alemania, Bélgica, Inglaterra, Italia y Estados Unidos.
En 1988, Belli publicó su primera novela “La Mujer Habitada”, que fue muy aclamada por la crítica y alcanzó en Europa y América Latina, altos tirajes y numerosas ediciones. En Alemania –donde el tiraje llegó a un millón de ejemplares y alcanza más de veinte ediciones- la novela obtuvo el Premio de los Bibliotecarios, Editores y Libreros a la Novela Política del Año en 1989. Ese año la autora recibió también el Premio Anna Seghers. Desde su publicación, la novela ha sido traducida a once idiomas y ha tenido gran éxito editorial en España e Italia. En Estados Unidos, Warner Books la publicó bajo el nombre “The Inhabited Woman”.
Gioconda Belli junto al escritor chileno Ramón Díaz Eterovic, en 1989.
En 1990, se publicó la segunda novela, “Sofía de los Presagios”, en 1996, “Waslala”, ambas traducidas a varios idiomas. Gioconda publicó también un cuento para niños: “El Taller de las Mariposas”, que se publicó también en alemán, holandés e italiano y en 1998, otro libro de poemas, “Apogeo”.
En enero de 2001 apareció en Plaza Janés, su libro “El País bajo mi piel”, un testimonio-memoria de sus años en el sandinismo. Fue publicado, simultáneamente, en alemán, holandés e italiano. Su publicación en Estados Unidos estaba programada para el otoño del 2002 bajo el sello editorial Knopf y en Inglaterra, por la Editorial Bloomsbury de Londres. Hay una edición en ingles de 2002 titulada the country under my skin: A Memory of Love and War.
Desde 1990, Gioconda alterna su tiempo entre los Estados Unidos y Nicaragua. Se casó en 1987 con Charles Castaldi con el que tiene una hija, Adriana, nacida en 1993. De dos matrimonios previos, tiene tres hijos: Maryam (1969), Melissa (1973) y Camilo (1978).
La cantante catalana Carme Canela graba un disco con algunos de sus poemas de madurez en clave de jazz que se edita en primavera de 2008, de título Carme Canela canta Gioconda Belli. Sencillos Deseos.
En febrero del 2008 publica su última novela El infinito en la palma de la mano, la cual fue merecedora del Premio Biblioteca Breve 2008 de la editorial española Seix Barral y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. El pais de las Mujeres (2010) Su mas reciente libro, que habla de un mundo gobernado por mujeres. El libro fue sometido originalmente con el nombre de "Crónicas de la Izquierda Erótica", título basado en el Partido de la Izquierda Erótica que, en la novela, es el que fundan un grupo de mujeres en la ficticia Faguas y con el que toman el poder. El nombre Partido de la Izquierda Erótica se utilizó en Nicaragua en los años 80 por un grupo de mujeres entre las que estaba Belli. Lo llamaban el PIE, y fue bautizado así parafraseando el nombre del poemario de la poeta guatemalteca Ana María Rodas: Poemas de la Izquierda Erótica. LIC: RENE DAVILA."
viernes, 18 de febrero de 2011
LEONCIO SAENZ EL MURALISTA INDÍGENA INSIGNE DE NICARAGUA.
LEONCIO SAENZ EL MURALISTA INDÍGENA INSIGNE DE NICARAGUA.: "
Cuando Rubén Darío recordaba el futuro de las Artes visuales de América, vislumbró en el pasado pre-hispánico a Leoncio Sáenz (1935) y quiso dibujar con palabras el mundo de este artista y la forma cómo operaba el artista para trasmutar ese mundo a otros mundos. Leamos a Darío y reconozcamos a Leoncio Sáenz: “Suene armoniosa mi piquete de poeta / Y descubra oro y ópalos y rica piedra fina,/ templo o estatua rota!/. Y el misterioso jeroglífico adivina /la Musa. / Es la mañana mágica del encendido trópico, / como una gran serpiente camina el río hidrópico en cuyas aguas glaucas las hojas secas van / El lienzo cristalino sopló-sutil arruga, / el combo carapacho que arrastra la tortuga, o la encrestada cola de hierro del caimán. / Pasa el bribón y oscuro zanata-claniero, / vuelan al menor ruido los quetzales esquivos, / sobre la aristoloquia revuelta del colibrí, / y junto a la parásita lujosa está la iguana”.
Y en efecto, Leoncio Sáenz ha creado un mundo plástico americano moderno y primitivo a punta de dibujo. Ha atrapado el mundo y la vida por los bordes, por los contornos. El mundo del contorno: el dibujo, y lo ha hecho como poeta y arqueólogo, es decir, inventando y exaltando sus raíces y explorando la tierra.
Con él asistismo al renacimiento del dibujo moderno centroamericano. Su mundo limita por sus cuatro costados con las posibilidades que ofrece el dibujo. Límite y alternativa. Un mundo abarcador y abarcado, fijado en línea y por sus dos lados: negro y blanco abstracto y figurativo, telúrico y solar. De aquí que Leoncio Sáenz se sumerja en tierra y haga cortes transversales que, transcritos en papel, aparenten ser pequeños cuadros abstractos: pero bien mirados, podremos reconocer en ellos las diversas capas geológicas, sedimentaciones de cerámica, ríos feroces de huesos, fosas comunes, magma ardiente, detalladas, escombros, etc. ¿Paisajes subterráneos? Tal vez.
De aquí también que Leoncio Sáenz emerja y nos deje en testimonio -porque el dibujo aquí se propone como testimonio- el mundo cotidiano: niños, casas, escenas familiares y de torturas, las cárceles desde distintos ángulos, las fiestas y los personajes folklóricos y religiosos, el agro y los animales, que tienen para él implicaciones simbólicas, alegóricas muy simples, acaso son las señales que el propio artista nos va dejando para facilitarnos la comunicación o para que no nos perdamos en su lectura: los pájaros y el sol (la libertad), las mariposas (vida en movimiento, metamorfosis, alma de los héroes según la mitología mesoamericana), la serpiente y el jaguar (divinidades), la iguana o el caimán (la tierra) y las calaveras y el osario (la muerte). ¿Paisaje urbano y humano? Sin duda. Cronista, por lo tanto y por otros rasgos que señalaremos inmediatamente.
No es vano, Leoncio Sáenz es la mejor pluma, plumilla nicaragüense con tinta China y no por el poeta que es como creador de mundos, sino por dibujante metido a narrador, porque narrador se convierte en el pintor y dibujante. El dibujo y la pintura a veces, en diversos momentos históricos han sido narrativos. Y esa capacidad suya narrativa, le ha permitido realizar las dos únicas crónicas o murales de verdadera importancia que existen en la Nicaragua, de autor nacional, de antes y después de la Revolución. Otros murales de Leoncio Sáenz, Gran Hotel y supermercado La Colonia en la vieja Managua, fueron destruidos por el terremoto del 23 de diciembre de 1972. Los dos murales a los que me he referido se localizan en el supermercado de la Plaza España, en la misma Managua y describen, narran profusa y progresivamente el mercado popular nicaragüense y el tiangue indígena, antes de la conquista: hombres y mujeres en el comercio de frutas, comales, tortillas y animales. No obstante la similitud temática con los murales de la banda izquierda del Palacio Presidencial de México, pintados por Diego Rivera, estos murales no tienen relación ni influencia de la escuela mexicana ni con Rivera ya que fueron tratados a pincel y a cincel -bajos relieves, y si con algún artista se les quiere buscar parentesco sería en todo caso con el guatemalteco Carlos Mérida, por su figuración geométrica y por la integración de la arquitectura con la escultura-mural. Sospecho que Leoncio Sáenz puede llegar a ser el muralista o el cronista, el tlahcuilo de la Revolución Popular Sandinista.
Y no sólo el muralista sino que también el escultor. La escultura de Leoncio Sáenz también ha sido infortunada, lamentablemente algunas de sus mejores piezas monumentales se destruyeron en el terremoto del 72. Como su dibujo y pintura, su escultura es de raíz indígena: monumental, monolítica, pétrea y simple, paralelepípedos con sus dibujos incisos, que evocan y reafirman las estelas prehispánicas. El único monumento digno y bello que se ha levantado en estos años de Revolución lo hizo Leoncio Sáenz. Y es el monumento a los Mártires de Batahola, que se ubica en las cercanías del Centro de Convenciones Olof Palme, en el centro de la Managua asolada. Me felicitó de haber sido el autor intelectual de ese monumento. Su maqueta concursó en un certamen en los primeros años 80 y la descartaron, pero yo la rescaté y me quedé con ella y enamorado de ella. Una mañana de 1985, el Ministro Valenzuela y Mario Flores Fonseca llegaron al Ministerio de Cultura en busca de una idea, de alguna maqueta, que enmendara al horrible Kin-Kong de hierro, que se había inaugurado en julio de 1985. Horrenda escultura alegórica que desdice de las exigencias y demandas revolucionarias en materia de arte. Pues bien, yo saqué mi despreciada maqueta de Leoncio Sáenz y por fortuna Mario Flores, Ernesto Cardenal, Valenzuela y la Comandante Téllez la acogieron asimismo y la plantearon en 10 metros de altura. Sáenz hizo un diseño más apropiado para aquella estela. Y así tenemos el mejor y único monumento de la Revolución. Obra de Leoncio Sáenz. Un día habrá que profundizar en el Leoncio Sáenz cronista porque ha sido un magnífico ilustrador de revistas, libros y periódicos.
He escrito por ahí la palabra tlahcuilo, pintor de códices. Sí, Leoncio Sáenz me lo recuerda continuamente y no sólo por su carácter narrativo, sino por los colores. En los códices, el negro, el rojo y el ocre, fueron aplicados en forma plana y la mayor parte de la producción de Leoncio Sáenz es plana: figuración, dibujo, colorido y superficie, aún en sus óleos, que no son más que dibujos coloreados, sobre madera con una textura básica de arena y vinilica.
Tanto el dibujo como su pintura carecen deliberadamente de volumen. Y de los códices aztecas o mayas, Leoncio Sáenz, me hace saltar para admirar en él la convivencia armónica de tiempos y culturas diversas al Arte Bizantino, especialmente cuando su línea negra y marcada define, como en los mozaicos, las vestiduras y la anatomía de sus personajes y escenarios. El negro plano es recurrente y predilecto en Leoncio Sáenz, y esto determina su monocromía, pero las variaciones de punto y línea, casi como una excelente y trascendente caligrafía, le sacan a este valor: el negro, múltiples partidas, matices tales, que llega hasta a convertirlo en color y manejarlo como color. Las superficies lisas y pulidas y los colores planos son reiterados y afirmados, cuando frota el óleo con tela o algodón.
Entre el dibujo a plumilla y el color y óleo plano y frotado, Leoncio Sáenz suele superponer objetos metálicos, chatarra menor que se encuentra tirada por las calles y en los talleres de mecánica automotriz y sobre ellos suelta el spray o pringa la tinta -un poco de azar controlado-, para conseguir dos efectos, que son concesiones al dibujo: volúmenes vacíos y fondos volátiles, puntillos aéreos, finos. Técnica mixta sabiamente gobernada, de aquí que su producción acuse una factura, uno de los acabados más nítidos, límpidos que se pueden encontrar en las artes plásticas nicaragüenses. Una obra llena de asepsia. Estas virtudes y su identidad confirmada, hacen que la producción de Leoncio Sáenz sea rica, pero invariable y por supuesto, siempre reconocible, identificable al primer vistazo.
A pesar de que Leoncio Sáenz nació en el Valle de Palsila, un remoto pueblito mestizo, tierras y montañas adentro de Matagalpa, Nicaragua, quiso bajar a Managua en 1954, cuando aún la capital no se aliviaba de su terrible mes de abril, en procura de escuela o taller de artista que lo adiestrara. Venía de una tutoría episcopal de Matagalpa. Aquí encontró la Escuela Nacional de Bellas Artes y a sus instructores, Rodrigo Peñalba (1908-1979), y Fernando Saravia (1922). Peñalba lo hizo pintor y Saravia, escultor --su escultura también es indígena--. Ambos maestros lo fueron de libertad en el academicismo formativo, prueba de ello es que de su magisterio salieron las más recias personalidades del arte nacional y que la mayoría de sus discípulos terminaron apostatando de ellos y a su vez respetándolos.
Asimismo Leoncio Sáenz ha fundado y participado de las dos épocas del grupo y Galería Praxis; ha dirigido la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional Autónoma en León y expuesto en las galerías y museos del continente.
Pertenece, pues, al núcleo de nuestros artistas plásticos representativos, por su calidad, que la configura su fuerte individualidad creadora y su natural identidad americana: Omar D’León, Armando Morales, Orlando Sobalvarro, Róger Pérez de la Rocha, Leonel Vanegas y Alejandro Arostegui. La crítica de arte ya hasta lo ha encarcelado en una celda muy elástica; según ella, Leoncio Sáenz como dibujante simbólico, alegórico y testimonial está inserto en la Neofiguración contemporánea, que por su geometrismo en trazos y líneas evoca el Constructivismo y que por su agresividad y placidez y por la integración de distintas técnicas y elementos comunicantes tiene un acentón Expresionista. Tal vez sea verdad, quizá: lo único que yo sé de Leoncio Sáenz es que es de la tribu y de la tribu del guatemalteco Carlos Mérida, del mexicano Rufino Tamayo, del andino Oswaldo Guayasamin, y del peruano Fernando de Szyszlo: inventores, creadores y recreadores de un mito y de una realidad que se llama América. RECOPILACION LIC: RENE DAVILA"
Cuando Rubén Darío recordaba el futuro de las Artes visuales de América, vislumbró en el pasado pre-hispánico a Leoncio Sáenz (1935) y quiso dibujar con palabras el mundo de este artista y la forma cómo operaba el artista para trasmutar ese mundo a otros mundos. Leamos a Darío y reconozcamos a Leoncio Sáenz: “Suene armoniosa mi piquete de poeta / Y descubra oro y ópalos y rica piedra fina,/ templo o estatua rota!/. Y el misterioso jeroglífico adivina /la Musa. / Es la mañana mágica del encendido trópico, / como una gran serpiente camina el río hidrópico en cuyas aguas glaucas las hojas secas van / El lienzo cristalino sopló-sutil arruga, / el combo carapacho que arrastra la tortuga, o la encrestada cola de hierro del caimán. / Pasa el bribón y oscuro zanata-claniero, / vuelan al menor ruido los quetzales esquivos, / sobre la aristoloquia revuelta del colibrí, / y junto a la parásita lujosa está la iguana”.
Y en efecto, Leoncio Sáenz ha creado un mundo plástico americano moderno y primitivo a punta de dibujo. Ha atrapado el mundo y la vida por los bordes, por los contornos. El mundo del contorno: el dibujo, y lo ha hecho como poeta y arqueólogo, es decir, inventando y exaltando sus raíces y explorando la tierra.
Con él asistismo al renacimiento del dibujo moderno centroamericano. Su mundo limita por sus cuatro costados con las posibilidades que ofrece el dibujo. Límite y alternativa. Un mundo abarcador y abarcado, fijado en línea y por sus dos lados: negro y blanco abstracto y figurativo, telúrico y solar. De aquí que Leoncio Sáenz se sumerja en tierra y haga cortes transversales que, transcritos en papel, aparenten ser pequeños cuadros abstractos: pero bien mirados, podremos reconocer en ellos las diversas capas geológicas, sedimentaciones de cerámica, ríos feroces de huesos, fosas comunes, magma ardiente, detalladas, escombros, etc. ¿Paisajes subterráneos? Tal vez.
De aquí también que Leoncio Sáenz emerja y nos deje en testimonio -porque el dibujo aquí se propone como testimonio- el mundo cotidiano: niños, casas, escenas familiares y de torturas, las cárceles desde distintos ángulos, las fiestas y los personajes folklóricos y religiosos, el agro y los animales, que tienen para él implicaciones simbólicas, alegóricas muy simples, acaso son las señales que el propio artista nos va dejando para facilitarnos la comunicación o para que no nos perdamos en su lectura: los pájaros y el sol (la libertad), las mariposas (vida en movimiento, metamorfosis, alma de los héroes según la mitología mesoamericana), la serpiente y el jaguar (divinidades), la iguana o el caimán (la tierra) y las calaveras y el osario (la muerte). ¿Paisaje urbano y humano? Sin duda. Cronista, por lo tanto y por otros rasgos que señalaremos inmediatamente.
No es vano, Leoncio Sáenz es la mejor pluma, plumilla nicaragüense con tinta China y no por el poeta que es como creador de mundos, sino por dibujante metido a narrador, porque narrador se convierte en el pintor y dibujante. El dibujo y la pintura a veces, en diversos momentos históricos han sido narrativos. Y esa capacidad suya narrativa, le ha permitido realizar las dos únicas crónicas o murales de verdadera importancia que existen en la Nicaragua, de autor nacional, de antes y después de la Revolución. Otros murales de Leoncio Sáenz, Gran Hotel y supermercado La Colonia en la vieja Managua, fueron destruidos por el terremoto del 23 de diciembre de 1972. Los dos murales a los que me he referido se localizan en el supermercado de la Plaza España, en la misma Managua y describen, narran profusa y progresivamente el mercado popular nicaragüense y el tiangue indígena, antes de la conquista: hombres y mujeres en el comercio de frutas, comales, tortillas y animales. No obstante la similitud temática con los murales de la banda izquierda del Palacio Presidencial de México, pintados por Diego Rivera, estos murales no tienen relación ni influencia de la escuela mexicana ni con Rivera ya que fueron tratados a pincel y a cincel -bajos relieves, y si con algún artista se les quiere buscar parentesco sería en todo caso con el guatemalteco Carlos Mérida, por su figuración geométrica y por la integración de la arquitectura con la escultura-mural. Sospecho que Leoncio Sáenz puede llegar a ser el muralista o el cronista, el tlahcuilo de la Revolución Popular Sandinista.
Y no sólo el muralista sino que también el escultor. La escultura de Leoncio Sáenz también ha sido infortunada, lamentablemente algunas de sus mejores piezas monumentales se destruyeron en el terremoto del 72. Como su dibujo y pintura, su escultura es de raíz indígena: monumental, monolítica, pétrea y simple, paralelepípedos con sus dibujos incisos, que evocan y reafirman las estelas prehispánicas. El único monumento digno y bello que se ha levantado en estos años de Revolución lo hizo Leoncio Sáenz. Y es el monumento a los Mártires de Batahola, que se ubica en las cercanías del Centro de Convenciones Olof Palme, en el centro de la Managua asolada. Me felicitó de haber sido el autor intelectual de ese monumento. Su maqueta concursó en un certamen en los primeros años 80 y la descartaron, pero yo la rescaté y me quedé con ella y enamorado de ella. Una mañana de 1985, el Ministro Valenzuela y Mario Flores Fonseca llegaron al Ministerio de Cultura en busca de una idea, de alguna maqueta, que enmendara al horrible Kin-Kong de hierro, que se había inaugurado en julio de 1985. Horrenda escultura alegórica que desdice de las exigencias y demandas revolucionarias en materia de arte. Pues bien, yo saqué mi despreciada maqueta de Leoncio Sáenz y por fortuna Mario Flores, Ernesto Cardenal, Valenzuela y la Comandante Téllez la acogieron asimismo y la plantearon en 10 metros de altura. Sáenz hizo un diseño más apropiado para aquella estela. Y así tenemos el mejor y único monumento de la Revolución. Obra de Leoncio Sáenz. Un día habrá que profundizar en el Leoncio Sáenz cronista porque ha sido un magnífico ilustrador de revistas, libros y periódicos.
He escrito por ahí la palabra tlahcuilo, pintor de códices. Sí, Leoncio Sáenz me lo recuerda continuamente y no sólo por su carácter narrativo, sino por los colores. En los códices, el negro, el rojo y el ocre, fueron aplicados en forma plana y la mayor parte de la producción de Leoncio Sáenz es plana: figuración, dibujo, colorido y superficie, aún en sus óleos, que no son más que dibujos coloreados, sobre madera con una textura básica de arena y vinilica.
Tanto el dibujo como su pintura carecen deliberadamente de volumen. Y de los códices aztecas o mayas, Leoncio Sáenz, me hace saltar para admirar en él la convivencia armónica de tiempos y culturas diversas al Arte Bizantino, especialmente cuando su línea negra y marcada define, como en los mozaicos, las vestiduras y la anatomía de sus personajes y escenarios. El negro plano es recurrente y predilecto en Leoncio Sáenz, y esto determina su monocromía, pero las variaciones de punto y línea, casi como una excelente y trascendente caligrafía, le sacan a este valor: el negro, múltiples partidas, matices tales, que llega hasta a convertirlo en color y manejarlo como color. Las superficies lisas y pulidas y los colores planos son reiterados y afirmados, cuando frota el óleo con tela o algodón.
Entre el dibujo a plumilla y el color y óleo plano y frotado, Leoncio Sáenz suele superponer objetos metálicos, chatarra menor que se encuentra tirada por las calles y en los talleres de mecánica automotriz y sobre ellos suelta el spray o pringa la tinta -un poco de azar controlado-, para conseguir dos efectos, que son concesiones al dibujo: volúmenes vacíos y fondos volátiles, puntillos aéreos, finos. Técnica mixta sabiamente gobernada, de aquí que su producción acuse una factura, uno de los acabados más nítidos, límpidos que se pueden encontrar en las artes plásticas nicaragüenses. Una obra llena de asepsia. Estas virtudes y su identidad confirmada, hacen que la producción de Leoncio Sáenz sea rica, pero invariable y por supuesto, siempre reconocible, identificable al primer vistazo.
A pesar de que Leoncio Sáenz nació en el Valle de Palsila, un remoto pueblito mestizo, tierras y montañas adentro de Matagalpa, Nicaragua, quiso bajar a Managua en 1954, cuando aún la capital no se aliviaba de su terrible mes de abril, en procura de escuela o taller de artista que lo adiestrara. Venía de una tutoría episcopal de Matagalpa. Aquí encontró la Escuela Nacional de Bellas Artes y a sus instructores, Rodrigo Peñalba (1908-1979), y Fernando Saravia (1922). Peñalba lo hizo pintor y Saravia, escultor --su escultura también es indígena--. Ambos maestros lo fueron de libertad en el academicismo formativo, prueba de ello es que de su magisterio salieron las más recias personalidades del arte nacional y que la mayoría de sus discípulos terminaron apostatando de ellos y a su vez respetándolos.
Asimismo Leoncio Sáenz ha fundado y participado de las dos épocas del grupo y Galería Praxis; ha dirigido la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional Autónoma en León y expuesto en las galerías y museos del continente.
Pertenece, pues, al núcleo de nuestros artistas plásticos representativos, por su calidad, que la configura su fuerte individualidad creadora y su natural identidad americana: Omar D’León, Armando Morales, Orlando Sobalvarro, Róger Pérez de la Rocha, Leonel Vanegas y Alejandro Arostegui. La crítica de arte ya hasta lo ha encarcelado en una celda muy elástica; según ella, Leoncio Sáenz como dibujante simbólico, alegórico y testimonial está inserto en la Neofiguración contemporánea, que por su geometrismo en trazos y líneas evoca el Constructivismo y que por su agresividad y placidez y por la integración de distintas técnicas y elementos comunicantes tiene un acentón Expresionista. Tal vez sea verdad, quizá: lo único que yo sé de Leoncio Sáenz es que es de la tribu y de la tribu del guatemalteco Carlos Mérida, del mexicano Rufino Tamayo, del andino Oswaldo Guayasamin, y del peruano Fernando de Szyszlo: inventores, creadores y recreadores de un mito y de una realidad que se llama América. RECOPILACION LIC: RENE DAVILA"
sábado, 12 de febrero de 2011
EL VII FESTIVAL DE POESÍA INTERNACIONAL EN GRANADA-NICARAGUA.
EL VII FESTIVAL DE POESÍA INTERNACIONAL EN GRANADA-NICARAGUA.: "
Al menos 130 poetas de 51 países participarán en el VII Festival Internacional de Poesía que se celebrará del 13 al 19 de febrero en la ciudad colonial nicaragüense de Granada, confirmaron hoy los organizadores.
El festival estará dedicado en esta edición a la vate nicaragüense Claribel Alegría, nacida en 1924 y conocida como la “poeta del amor y del compromiso social”, dijo el presidente del evento, el bardo Francisco de Asís Fernández, en una declaración escrita.
El lema de esta séptima edición, cuyo objetivo es difundir la calidad de la literatura nicaragüense, será “La poesía es el reino de la imaginación y el más feliz y doloroso testimonio del ser humano sobre la tierra”, señaló Fernández.
Durante el festival, el poeta lanzará su nuevo libro “Crimen perfecto”, que será presentado por los españoles Francisco Javier Torres, director de La Editorial Española E.D.A Libros Norte y Sur, y José Luis Reyna Palazón, autor del prólogo, de acuerdo al programa oficial.
En el marco del festival también desarrollarán una feria del libro, una de artesanías, inaugurarán la “Ruta del Agua”, una exposición de pinturas, un taller literario, y un concierto musical con artistas locales.
La poetisa y escritora nicaragüense Gioconda Belli, miembro del comité organizador de ese evento, dijo al canal 12 de la televisión local que otro de los atractivos del festival será la realización de un entierro, en el que sepultarán simbólicamente “Las tristezas y pobrezas del alma”.
Belli, autora de “El infinito en la palma de la mano”, galardonado con el Premio Biblioteca Breve de Seix Barral 2008, indicó que “Las tristezas y pobrezas del alma” serán enterrados con un desfile de comparsas con todas las manifestaciones del folclore nicaragüense, conocido como carnaval poético.
Ese pintoresco carnaval, en el que se junta la rebeldía y belleza de las tradiciones nicaragüenses indígenas y mestizas, es encabezado por un vehículo al que denominaron “poeta-móvil”, desde el que los poetas declaman sus versos, anotó.
Otro de los objetivos del festival, según los organizadores, es insistir en declarar a Granada como Patrimonio Cultural y Ecológico de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y promover una imagen positiva de Nicaragua en el mundo.
Este certamen se caracteriza por la lectura de poemas en plazas, parques, antiguos cuarteles convertidos en museos, calles, atrios de iglesia, mercados y centros culturales, y se realiza anualmente desde hace siete años en la ciudad colonial de Granada, ubicada en el Pacífico, 45 kilómetros al sureste de Managua.LIC: RENE DAVILA."
Ventana de informacion sobre la conservación del medio ambiente.
Al menos 130 poetas de 51 países participarán en el VII Festival Internacional de Poesía que se celebrará del 13 al 19 de febrero en la ciudad colonial nicaragüense de Granada, confirmaron hoy los organizadores.
El festival estará dedicado en esta edición a la vate nicaragüense Claribel Alegría, nacida en 1924 y conocida como la “poeta del amor y del compromiso social”, dijo el presidente del evento, el bardo Francisco de Asís Fernández, en una declaración escrita.
El lema de esta séptima edición, cuyo objetivo es difundir la calidad de la literatura nicaragüense, será “La poesía es el reino de la imaginación y el más feliz y doloroso testimonio del ser humano sobre la tierra”, señaló Fernández.
Durante el festival, el poeta lanzará su nuevo libro “Crimen perfecto”, que será presentado por los españoles Francisco Javier Torres, director de La Editorial Española E.D.A Libros Norte y Sur, y José Luis Reyna Palazón, autor del prólogo, de acuerdo al programa oficial.
En el marco del festival también desarrollarán una feria del libro, una de artesanías, inaugurarán la “Ruta del Agua”, una exposición de pinturas, un taller literario, y un concierto musical con artistas locales.
La poetisa y escritora nicaragüense Gioconda Belli, miembro del comité organizador de ese evento, dijo al canal 12 de la televisión local que otro de los atractivos del festival será la realización de un entierro, en el que sepultarán simbólicamente “Las tristezas y pobrezas del alma”.
Belli, autora de “El infinito en la palma de la mano”, galardonado con el Premio Biblioteca Breve de Seix Barral 2008, indicó que “Las tristezas y pobrezas del alma” serán enterrados con un desfile de comparsas con todas las manifestaciones del folclore nicaragüense, conocido como carnaval poético.
Ese pintoresco carnaval, en el que se junta la rebeldía y belleza de las tradiciones nicaragüenses indígenas y mestizas, es encabezado por un vehículo al que denominaron “poeta-móvil”, desde el que los poetas declaman sus versos, anotó.
Otro de los objetivos del festival, según los organizadores, es insistir en declarar a Granada como Patrimonio Cultural y Ecológico de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y promover una imagen positiva de Nicaragua en el mundo.
Este certamen se caracteriza por la lectura de poemas en plazas, parques, antiguos cuarteles convertidos en museos, calles, atrios de iglesia, mercados y centros culturales, y se realiza anualmente desde hace siete años en la ciudad colonial de Granada, ubicada en el Pacífico, 45 kilómetros al sureste de Managua.LIC: RENE DAVILA."
Ventana de informacion sobre la conservación del medio ambiente.
miércoles, 9 de febrero de 2011
LA EXPRESIÓN LITÚRGICA EN EL VERBO DE LA LIC CATALINA TIJERINO.
LA EXPRESIÓN LITÚRGICA EN EL VERBO DE LA LIC CATALINA TIJERINO.: "
La mejor forma de tridimencionar la grandeza infinita del hacedor del principio y fin del universo,es a través de la narrativa litúrgica fresca,digerible y con olor a ostia de la lic CATALINA TIJERINO. Soy un apice de trazo de grano en la boveda celeste,para hablar de las dimenciones humanas,metafisicas,de su orateria diosesana en contra de los orcos y las tinieblas,de su capacidad numerica de amar al señor de las naciones,de su vocacion de polvora para eliminar como artemisa con su arco certero todas las adversidades y salir con el puño sudoroso y fruncido como aquiles en el paso de las termopilas,de su ternura del concepto de familia así como la solidaridad con los lázaros de la sociedad a quienes siempre les tiende su mano como un lazarillo de tormes, así como su tosudez de demóstenes para estrujar sus neuronas y dar lo mejor de si en cada palabra como silaba expresada en la narrativa de sus escrito litúrgicos. El denodado interés olímpico por la perfección exegeta del mundo nauseabundo y cibernetico que nos salpica así como nos corroe como salitre,la hace ser como diogenes quien constantemente busca en los 62 satélites de saturno el bálsamo espiritual,para que a través de sus escritos busquemos la fuente de vida que es la palabra del supremo y limpie los pecados como las llagas de esta sociedad en decadencia.Dentro de la narrativa novel de chinandega se levanta como lázaro la personalidad de la lic CATALINA TIJERINO,quien con el pincel de davinci y la autoridad del rabí,golpetea la acuarela con una guzla y métrica sempiterna hilvanando escritos donde la presencia de dios es el pan nuestro de cada día en su vida.Como ya no me queda tinta en el tintero termino con esta reflexion " HAY MUJERES QUE LUCHAN UN DÍA Y SON BUENAS,HAY OTRAS QUE LUCHAN UN AÑO Y SON MEJORES PERO HAY QUIENES LUCHAN TODA LA VIDA ESAS SON LAS INPRESCINDIBLES" LIC: RENE DAVILA.
"LAS REFLEXIONES DE RENE"
AUTÉNTICO.
La lucidez del compromiso
irrumpe en cada metáfora
con la fuerza irrebatible
de la verdad escolástica
la concordancia entre la idea y la vida
fidelidad que supera las pruebas
y se eterniza en el tiempo indetenible
como un martillo que golpea para desbrozar la roca de la palabra
que sangra por los poros abiertos
de la existencia vivida a plenitud
sin componendas y sin mediocridades
y callo con la mudez del respeto,
no del halago, al que también temo
callo anonadada ante el ejemplo
que resiste toda duda,
creible testimonio confirmado
por estos pensamientos compartidos.
María Catalina Tigerino Dávila
Chinandega 8/2/11"
Ventana de informacion sobre la conservación del medio ambiente.
La mejor forma de tridimencionar la grandeza infinita del hacedor del principio y fin del universo,es a través de la narrativa litúrgica fresca,digerible y con olor a ostia de la lic CATALINA TIJERINO. Soy un apice de trazo de grano en la boveda celeste,para hablar de las dimenciones humanas,metafisicas,de su orateria diosesana en contra de los orcos y las tinieblas,de su capacidad numerica de amar al señor de las naciones,de su vocacion de polvora para eliminar como artemisa con su arco certero todas las adversidades y salir con el puño sudoroso y fruncido como aquiles en el paso de las termopilas,de su ternura del concepto de familia así como la solidaridad con los lázaros de la sociedad a quienes siempre les tiende su mano como un lazarillo de tormes, así como su tosudez de demóstenes para estrujar sus neuronas y dar lo mejor de si en cada palabra como silaba expresada en la narrativa de sus escrito litúrgicos. El denodado interés olímpico por la perfección exegeta del mundo nauseabundo y cibernetico que nos salpica así como nos corroe como salitre,la hace ser como diogenes quien constantemente busca en los 62 satélites de saturno el bálsamo espiritual,para que a través de sus escritos busquemos la fuente de vida que es la palabra del supremo y limpie los pecados como las llagas de esta sociedad en decadencia.Dentro de la narrativa novel de chinandega se levanta como lázaro la personalidad de la lic CATALINA TIJERINO,quien con el pincel de davinci y la autoridad del rabí,golpetea la acuarela con una guzla y métrica sempiterna hilvanando escritos donde la presencia de dios es el pan nuestro de cada día en su vida.Como ya no me queda tinta en el tintero termino con esta reflexion " HAY MUJERES QUE LUCHAN UN DÍA Y SON BUENAS,HAY OTRAS QUE LUCHAN UN AÑO Y SON MEJORES PERO HAY QUIENES LUCHAN TODA LA VIDA ESAS SON LAS INPRESCINDIBLES" LIC: RENE DAVILA.
"LAS REFLEXIONES DE RENE"
AUTÉNTICO.
La lucidez del compromiso
irrumpe en cada metáfora
con la fuerza irrebatible
de la verdad escolástica
la concordancia entre la idea y la vida
fidelidad que supera las pruebas
y se eterniza en el tiempo indetenible
como un martillo que golpea para desbrozar la roca de la palabra
que sangra por los poros abiertos
de la existencia vivida a plenitud
sin componendas y sin mediocridades
y callo con la mudez del respeto,
no del halago, al que también temo
callo anonadada ante el ejemplo
que resiste toda duda,
creible testimonio confirmado
por estos pensamientos compartidos.
María Catalina Tigerino Dávila
Chinandega 8/2/11"
Ventana de informacion sobre la conservación del medio ambiente.
lunes, 7 de febrero de 2011
ALEJADRO AROSTEGUI RELEVANTE PINTOR NICARAGUENSE.
ALEJADRO AROSTEGUI RELEVANTE PINTOR NICARAGUENSE.: " Alejandro Aróstegui, nacido en 1935 en Bluefields, Nicaragua, es un artista de temperamento recatado y meditativo. En 1963 supo encabezar en su país un movimiento que contribuyó a desarrollar y actualizar la producción artística a partir de las facultades individuales y de las posibilidades por demás estrechas de un ambiente calificado por él y sus primeros compañeros de aventuras como “hostil y mezquino”. Cuando junto con el escritor Amaru Barahona y el pintor César Izquierdo fundó en Managua el Grupo Praxis y la galería del mismo nombre como centro de reunión y difusión, Aróstegui llegaba de redondear un ciclo formativo (1954-1962) en Estados Unidos y Europa: estudios de arquitectura en la Universidad de Tulane, y de arte en la Ringling School of Art de Sarasora, en la Academia de San Marcos en Florencia y en la École de Beaux Arte de París. Su iniciación, la había hecho en la Escuela de Bellas Artes de Managua en 1952. Fue en París donde la sacudida causada por tres experiencias estéticas haría emerger su propia personalidad: la obra de Jean Dubuffet y el art brut las arpilleras quemadas y los metales oxidados de Alberto Burri, y los cuadros de los pintores españoles que habían coincidido en agrupamientos de avanzada como El paso o Dau al Set (Manuel Millares, Antoni Tápies, Rafael Canogar, Lucío Muñoz, Antonio Saura, Modest Cuixart). Eran los años de exaltación del art autre cuando se dio prominencia a la materia fuerte y expresiva elaborada con arenas, maderas, telas, objetos encontrados. Se rompió con normas tradicionales, se acentuaron relieves, se redujo la variedad de colores.
Aróstegui ha trabajado por series, de manera sistemática. Bastará recordar las denominadas Petroglifos (1974) y Cerámica nicaragüense (1975) para señalar su indagación en torno a los vestigios prehispánicos y a las artesanías populares de su país, aunque no siempre la sustancia poética que le brinda Nicaragua se concrete en asuntos tan precisos. El paisaje, por ejemplo, es representado en síntesis de tal manera apretada que montañas, volcanes y lagos quedan convertidos en signos relativos al espacio, la soledad, el peligro, la quemante luminosidad, las atroces fuerzas telúricas ocultas.
El terremoto del 23 de diciembre de 1972 destruyó casi toda Managua y puso fin a la segunda etapa de Praxis. La primera había culminado en 1966, año en que Aróstegui es invitado por José Gómez Sicre a exhibir en Washington y permanece en los Estados Unidos durante cinco años. El entonces director de Artes Visuales de la Unión Panamericana supo percibir en sus cuadros cualidades que actuarían como vectores de desarrollo en el arte de Aróstegui:
Su paleta se inclina hacia turbios y neutrales matices, quizás inspirada en los colores de los dos grandes lagos de Nicaragua. Las figuras y los paisajes son delineados en impasto, haciendo uso el artista de texturas arcillosas a las cuales les incorpora huesos, valvas y piedras, sea particularmente o en combinación. Si hay reminiscencias de las formas de Giacometti o de las calidades de Dubuffet —dos de partida para Aróstegui—las pinturas están impregnadas de la propia personalidad del joven nicaragüense.
Entre los materiales que Aróstegui adhería a la base pictórica no aparecían todavía las latas, determinantes de un lenguaje tan original como propio. Quizás fue el inmenso basurero de escombros dejado por el sismo (que el gobierno dictatorial de Anastasio Somoza no se molestaba en limpiar) lo que lo inclinó al uso de latas aplastadas. Se encontraban por todos lados, como expresivos testigos de una precaria normalidad. Inicialmente las usó sin modificarlas; se podía reconocer los servicios prestados: latas de sardinas, latas de cerveza, latas de lubricantes. Pero una lata aplastada reconocible posee la elocuente emotividad de una forma degenerada y una utilidad degradada, imponiendo en cualquier composición su autonomía argumental. El paso siguiente consistió en convertir las latas en chatarra anónima, lo que permitía poner en función valores esencialmente plásticos: oxidaciones, brillos, arrugas, ofreciendo al tacto visual (los ojos saben tocar) texturas inéditas que sorprendieron a artistas tan avezados como el puertorriqueño Antonio Martorell, quien le decía a Aróstegui en una especie de carta abierta que se publicó en la revista Plural en abril de 1982:
Toda tu obra es una regeneración de escombros, un basurero nutricio. El amoroso tratamiento de material tan deleznable, su sacralización misma le otorga un profundo sentido religioso de fe en la vida y de rescate de la muerte [...] El espectador se asombra y sobrecoge ante estas presencias. Lo cotidiano se hace extraordinario, el desecho se convierte en tesoro.
Quizás estas amorosas palabras fraternales indujeron a Aróstegui a convertir las latas en objetos preciosos (para lo cual las retocó con barnices y colores), puestos con solemnidad ritual en mesas o en cajas cuyos volúmenes virtuales quedaban resaltados con luces de artificio escenográfico que acentuaban masas y perspectivas.
En 1978, para un folleto editado por la galería Praxis a manera de proclama pública frente a la crisis final del somocismo, Alejandro Aróstegui escribió:
Creo que en estos momentos de represión y ataques bárbaros por parte del somocismo hacia las libertades esenciales del nicaragüense, cuando la injusticia campea por todos los ámbitos del país, todo acto cultural o de cualquier otra naturaleza que no sea de acusación, repudio o lucha contra el régimen, viene a ser como una burla a los que han caído y luchan por la liberación del país. No debernos contribuir a presentar una imagen de normalidad por medio de actos que, por muy culturales que sean, no reflejan el estado caótico y de lucha de la sociedad nicaragüense. Por eso apoyo la decisión de la galería Tagüe de suprimir todos los actos programados para el presente año en el ámbito nacional y voluntariamente aplazo, hasta mejores tiempos de libertad, la exhibición personal de mi obra que debió efectuarse en el presente año.
Poco después del triunfo, en 1979, de la Revolución Popular Sandinista, debido a que su esposa, la escritora Mercedes Gordillo, fue nombrada representante cultural del Gobierno de Reconstrucción Nacional, la familia se estableció en México. Aquí Aróstegui siguió produciendo y en 1982, en el Museo de Arte Moderno de Chapultepec pudo presentar la exposición Objetos y texturas, 1975-1982, con 48 piezas en técnicas mixtas y collages. Fue la primera muestra personal que realizaba en la nueva situación histórica de Nicaragua. Los definitivos acontecimientos sociopolíticos no habían interrumpido ni alterado su discurso visual, caracterizado por una manera depurada a la vez que simbólica. No era la suya una crónica visual ni un imitativo reflejo realista. Su consistente trabajo se había concentrado en el establecimiento de un repertorio de equivalencias, por medio del cual resguardaba en todo momento la plena autonomía del lenguaje plástico. Las grandes conmociones en el arte de muchos países le habían dado elementos para desarrollar sus propios abordajes.
Testigo sensible de la tragedia, el desvalimiento, la marginación, los crímenes sociales y ecológicos que había atravesado Nicaragua, golpearon su sensibilidad. Su severidad crítica no le permitió expresiones superfluas; las brutales circunstancias en que se había desenvuelto su comunidad no lo hubieran admitido. En 1971, con dolor amargo, le dijo al poeta Francisco de Asís Fernández para una entrevista publicada en la revista Taller de los estudiantes universitarios:
Uno de los problemas más grandes que afronta un artista en Nicaragua es el conservar su lucidez.
Su posición estética se había definido en 1963. Después sobrevinieron etapas de superación. El color, las texturas, las tradiciones culturales de Nicaragua dieron sustento a su forma y a su temática. Las transformaciones de Aróstegui están estrechamente ligadas al desarrollo del arte nicaragüense, cuyo crecimiento contemporáneo se sitúa justamente en los años sesenta, cuando surge el Grupo Praxis. Las precarias posibilidades indicaban como indispensable la unidad de las fuerzas progresistas en cualquier campo, así lo comprendieron los artistas plásticos. Ellos fueron protagonistas del proceso democrático antes y después de la revolución. Inmersos en el proceso histórico del pueblo, defendieron el derecho a producir un arte con valores de actualidad. No pusieron condiciones; hicieron obra. Al instaurar una especie de rebelión de las cosas, los cuadros de Aróstegui integran una sublevación espiritual.
Los envases desechados parecieran, en su obra, negarse a morir y se ubican, aplastados, en espacios metafísicos donde adquieren vibraciones orgánicas. El peso apocalíptico de la basura en nuestro mundo, el exceso de basura por deformados procesos de industrialización y comercialización conforman su temática. Los envases como símbolos, como iconos, como signos de colonización y enajenación se instalaron en el lenguaje de Aróstegui y se convirtieron en materia comunicativa con un agresivo potencial expresionista. Quizás la razón primera de su largo discurso simbólico se haya originado al observar el bello Lago de Managua convertido por los explotadores y depredadores en un feo basurero rodeado de habitaciones miserables. La naturaleza, su feracidad y sus esplendores no eran utilizados en beneficio del hombre sino en degradado depósito de sus despojos, un infierno de latas, envases de plástico y zopilotes.
En un paradójico proceso de resemantización, el miserabilismo de los objetos fue cambiando hasta convertir los aplastados envases en cosas preciosas. Instalada en la superficie del soporte pictórico, la basura se ha convertido muchas veces en algo abstracto. Desprendidas del argumento original, y manipuladas fuera del naturalismo y del realismo, las latas han ido perdiendo su carga crítica hasta volverse textura o parte de una austera y solemne composición decorativa, que no es anodina ni insignificante. Implantadas en mesas, en paisajes, en muros, existen como sugerencia, como metáfora, como contradicción no traducible a otros lenguajes.
En la composiciones de Aróstegui la parte propiamente pictórica debe poseer una densidad visual equivalente a los metales aplastados. Para lograr esa materia apropiada el pintor mezcla acrílico con cemento y arenas de diferentes gruesos. El trabajo de albañilería es de gran finura artesanal, pues la coloración, la luz y el valor táctil son trabajados simultáneamente, dejando efectos secundarios para la etapa de acabado, realizada con acrílico, óleo y barniz para las latas, que previamente fueron sometidas a un complejo tratamiento. Sobre el oficio y sus alcances le dijo en 1971 a Francisco de Asís Fernández:
Un artista de nuestro tiempo no puede desligar los problemas técnicos de los de otro orden: son ínter relativos. Muchas veces es el tema o los materiales usados por el pintor los que precederán o dictarán la técnica. Otras veces sucederá lo contrario (la técnica que se esté usando sugerirá nuevas posibilidades e ideas) y también hay períodos de estancamiento en que el artista simplemente copia de sus trabajos anteriores. FUENTE: LA PRENSA LITERARIA. LIC:RENE DAVILA"
Aróstegui ha trabajado por series, de manera sistemática. Bastará recordar las denominadas Petroglifos (1974) y Cerámica nicaragüense (1975) para señalar su indagación en torno a los vestigios prehispánicos y a las artesanías populares de su país, aunque no siempre la sustancia poética que le brinda Nicaragua se concrete en asuntos tan precisos. El paisaje, por ejemplo, es representado en síntesis de tal manera apretada que montañas, volcanes y lagos quedan convertidos en signos relativos al espacio, la soledad, el peligro, la quemante luminosidad, las atroces fuerzas telúricas ocultas.
El terremoto del 23 de diciembre de 1972 destruyó casi toda Managua y puso fin a la segunda etapa de Praxis. La primera había culminado en 1966, año en que Aróstegui es invitado por José Gómez Sicre a exhibir en Washington y permanece en los Estados Unidos durante cinco años. El entonces director de Artes Visuales de la Unión Panamericana supo percibir en sus cuadros cualidades que actuarían como vectores de desarrollo en el arte de Aróstegui:
Su paleta se inclina hacia turbios y neutrales matices, quizás inspirada en los colores de los dos grandes lagos de Nicaragua. Las figuras y los paisajes son delineados en impasto, haciendo uso el artista de texturas arcillosas a las cuales les incorpora huesos, valvas y piedras, sea particularmente o en combinación. Si hay reminiscencias de las formas de Giacometti o de las calidades de Dubuffet —dos de partida para Aróstegui—las pinturas están impregnadas de la propia personalidad del joven nicaragüense.
Entre los materiales que Aróstegui adhería a la base pictórica no aparecían todavía las latas, determinantes de un lenguaje tan original como propio. Quizás fue el inmenso basurero de escombros dejado por el sismo (que el gobierno dictatorial de Anastasio Somoza no se molestaba en limpiar) lo que lo inclinó al uso de latas aplastadas. Se encontraban por todos lados, como expresivos testigos de una precaria normalidad. Inicialmente las usó sin modificarlas; se podía reconocer los servicios prestados: latas de sardinas, latas de cerveza, latas de lubricantes. Pero una lata aplastada reconocible posee la elocuente emotividad de una forma degenerada y una utilidad degradada, imponiendo en cualquier composición su autonomía argumental. El paso siguiente consistió en convertir las latas en chatarra anónima, lo que permitía poner en función valores esencialmente plásticos: oxidaciones, brillos, arrugas, ofreciendo al tacto visual (los ojos saben tocar) texturas inéditas que sorprendieron a artistas tan avezados como el puertorriqueño Antonio Martorell, quien le decía a Aróstegui en una especie de carta abierta que se publicó en la revista Plural en abril de 1982:
Toda tu obra es una regeneración de escombros, un basurero nutricio. El amoroso tratamiento de material tan deleznable, su sacralización misma le otorga un profundo sentido religioso de fe en la vida y de rescate de la muerte [...] El espectador se asombra y sobrecoge ante estas presencias. Lo cotidiano se hace extraordinario, el desecho se convierte en tesoro.
Quizás estas amorosas palabras fraternales indujeron a Aróstegui a convertir las latas en objetos preciosos (para lo cual las retocó con barnices y colores), puestos con solemnidad ritual en mesas o en cajas cuyos volúmenes virtuales quedaban resaltados con luces de artificio escenográfico que acentuaban masas y perspectivas.
En 1978, para un folleto editado por la galería Praxis a manera de proclama pública frente a la crisis final del somocismo, Alejandro Aróstegui escribió:
Creo que en estos momentos de represión y ataques bárbaros por parte del somocismo hacia las libertades esenciales del nicaragüense, cuando la injusticia campea por todos los ámbitos del país, todo acto cultural o de cualquier otra naturaleza que no sea de acusación, repudio o lucha contra el régimen, viene a ser como una burla a los que han caído y luchan por la liberación del país. No debernos contribuir a presentar una imagen de normalidad por medio de actos que, por muy culturales que sean, no reflejan el estado caótico y de lucha de la sociedad nicaragüense. Por eso apoyo la decisión de la galería Tagüe de suprimir todos los actos programados para el presente año en el ámbito nacional y voluntariamente aplazo, hasta mejores tiempos de libertad, la exhibición personal de mi obra que debió efectuarse en el presente año.
Poco después del triunfo, en 1979, de la Revolución Popular Sandinista, debido a que su esposa, la escritora Mercedes Gordillo, fue nombrada representante cultural del Gobierno de Reconstrucción Nacional, la familia se estableció en México. Aquí Aróstegui siguió produciendo y en 1982, en el Museo de Arte Moderno de Chapultepec pudo presentar la exposición Objetos y texturas, 1975-1982, con 48 piezas en técnicas mixtas y collages. Fue la primera muestra personal que realizaba en la nueva situación histórica de Nicaragua. Los definitivos acontecimientos sociopolíticos no habían interrumpido ni alterado su discurso visual, caracterizado por una manera depurada a la vez que simbólica. No era la suya una crónica visual ni un imitativo reflejo realista. Su consistente trabajo se había concentrado en el establecimiento de un repertorio de equivalencias, por medio del cual resguardaba en todo momento la plena autonomía del lenguaje plástico. Las grandes conmociones en el arte de muchos países le habían dado elementos para desarrollar sus propios abordajes.
Testigo sensible de la tragedia, el desvalimiento, la marginación, los crímenes sociales y ecológicos que había atravesado Nicaragua, golpearon su sensibilidad. Su severidad crítica no le permitió expresiones superfluas; las brutales circunstancias en que se había desenvuelto su comunidad no lo hubieran admitido. En 1971, con dolor amargo, le dijo al poeta Francisco de Asís Fernández para una entrevista publicada en la revista Taller de los estudiantes universitarios:
Uno de los problemas más grandes que afronta un artista en Nicaragua es el conservar su lucidez.
Su posición estética se había definido en 1963. Después sobrevinieron etapas de superación. El color, las texturas, las tradiciones culturales de Nicaragua dieron sustento a su forma y a su temática. Las transformaciones de Aróstegui están estrechamente ligadas al desarrollo del arte nicaragüense, cuyo crecimiento contemporáneo se sitúa justamente en los años sesenta, cuando surge el Grupo Praxis. Las precarias posibilidades indicaban como indispensable la unidad de las fuerzas progresistas en cualquier campo, así lo comprendieron los artistas plásticos. Ellos fueron protagonistas del proceso democrático antes y después de la revolución. Inmersos en el proceso histórico del pueblo, defendieron el derecho a producir un arte con valores de actualidad. No pusieron condiciones; hicieron obra. Al instaurar una especie de rebelión de las cosas, los cuadros de Aróstegui integran una sublevación espiritual.
Los envases desechados parecieran, en su obra, negarse a morir y se ubican, aplastados, en espacios metafísicos donde adquieren vibraciones orgánicas. El peso apocalíptico de la basura en nuestro mundo, el exceso de basura por deformados procesos de industrialización y comercialización conforman su temática. Los envases como símbolos, como iconos, como signos de colonización y enajenación se instalaron en el lenguaje de Aróstegui y se convirtieron en materia comunicativa con un agresivo potencial expresionista. Quizás la razón primera de su largo discurso simbólico se haya originado al observar el bello Lago de Managua convertido por los explotadores y depredadores en un feo basurero rodeado de habitaciones miserables. La naturaleza, su feracidad y sus esplendores no eran utilizados en beneficio del hombre sino en degradado depósito de sus despojos, un infierno de latas, envases de plástico y zopilotes.
En un paradójico proceso de resemantización, el miserabilismo de los objetos fue cambiando hasta convertir los aplastados envases en cosas preciosas. Instalada en la superficie del soporte pictórico, la basura se ha convertido muchas veces en algo abstracto. Desprendidas del argumento original, y manipuladas fuera del naturalismo y del realismo, las latas han ido perdiendo su carga crítica hasta volverse textura o parte de una austera y solemne composición decorativa, que no es anodina ni insignificante. Implantadas en mesas, en paisajes, en muros, existen como sugerencia, como metáfora, como contradicción no traducible a otros lenguajes.
En la composiciones de Aróstegui la parte propiamente pictórica debe poseer una densidad visual equivalente a los metales aplastados. Para lograr esa materia apropiada el pintor mezcla acrílico con cemento y arenas de diferentes gruesos. El trabajo de albañilería es de gran finura artesanal, pues la coloración, la luz y el valor táctil son trabajados simultáneamente, dejando efectos secundarios para la etapa de acabado, realizada con acrílico, óleo y barniz para las latas, que previamente fueron sometidas a un complejo tratamiento. Sobre el oficio y sus alcances le dijo en 1971 a Francisco de Asís Fernández:
Un artista de nuestro tiempo no puede desligar los problemas técnicos de los de otro orden: son ínter relativos. Muchas veces es el tema o los materiales usados por el pintor los que precederán o dictarán la técnica. Otras veces sucederá lo contrario (la técnica que se esté usando sugerirá nuevas posibilidades e ideas) y también hay períodos de estancamiento en que el artista simplemente copia de sus trabajos anteriores. FUENTE: LA PRENSA LITERARIA. LIC:RENE DAVILA"
ALFONSO CORTEZ LA LOCURA COMO EXPRESION DE LA POESIA METAFISICA.
ALFONSO CORTEZ LA LOCURA COMO EXPRESION DE LA POESIA METAFISICA.: "
Alfonso Cortés (9 de diciembre de 1893 - 3 de febrero de 1969). Poeta nicaragüense de origen leonés, considerado como uno de los tres grandes después de Darío; perteneciente al grupo post-modernista hispanoamericano. Nace en el mismo año que el gran poeta, también nicaragüense, Salomón de la Selva.
Es famoso por haber perdido la razón en 1927 y no recobrarla jamás, pero esto no fue suficiente para menguar su talento literario escribiendo algunos de sus mejores poemas en estado de locura.
Biografía
Desde muy pequeño reveló su vocación hacia el arte de la literatura empezando a crear a sus primeros versos a la edad de siete años. Sus estudios fueron realizados en la ciudad de León llegando hasta cuarto año de secundaría. Durante su juventud aprendió diversos idiomas como el inglés, francés, italiano y portugués. Es influenciado por el mundo esotérico y es aficionado a la lectura de simbolismo francés y el mismo Rubén Darío.En 1920 realiza un viaje a México con el motivo de asistir al Primer Congreso de Periodistas Hispanoamericano; en su regreso se detiene en Guatemala donde participa en 1921con su poema “La odisea del Istmo” en los Juegos de las Flores de Quezaltenango obteniendo el primer premio. El año siguiente regresa a Nicaragua.
El 18 de febrero de 1927 entra en estado de locura para no recuperar la razón jamás, pero al mismo tiempo continuando su labor literaria, el primer poema escrito en este estado esquizofrénico es "La canción del espacio". La locura es uno de los estados mentales poco descritos por la ciencia. Lo que sí es cierto es que es una enfermedad, como todas las psíquicas, progresivas. Es decir, es un síndrome que no se puede definir el momento en que se manifiesta. Se tiene evidencia de su mal un día en particular pero eso no significa que se inicia en ese momento. Esta es una parte poco clara del estado en que se encierra el poeta, lo que ha ganerado polémicas alrededor de sus estudios metafísicos.
Vivió en la vieja casa en que pasó su infancia Rubén Darío y se dice que en esa casa se volvió loco en 1927. Su familia lo mantenía encerrado por sus crisis de furia y a veces lo tenían encadenado a una viga del techo. Se dice que en uno de esos encierros, ya estando loco, escribió su famoso poema "Ventana", llamado originalmente "Un detalle", mismo que fue inspiración para la primera canción que compusiera su compatriota Hernaldo Zúñiga titulada "Ventanillas", con la cual obtuvo el tercer lugar en su primera de dos participaciones en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en su XV edición en 1974, en Chile. Debido a su esquizofrenia permaneció atado por cadenas sujetadas al techo, hasta que en 1944 fue internado en el Hospital de Enfermos Mentales de Managua.
En Managua es objeto de muchos homenajes por su destacada participación literaria. En 1951 es trasladado a Costa Rica pero tres mese después retorna a su país de origen; es traslado nuevamente a León por sus familiares donde es homenajeado nuevamente.
La Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua le otorga el título de Doctor Honoris Causa; pero muere poco después el 3 de febrero de 1969.
Su Poesía
Su producción poética se puede dividir en tres etapas: Poesía Alfonsina, Poesía Modernista y Poesía Mala. Si embargo se trata de unas etapas poéticas intemporales, es decir que no se encuentra evolución, cambio, progreso o división entre cordura y locura, adolescencia y madurez, tratándose solamente de una división que se produce por lo largo de su produccion.
POESIA ALFONSINA
Se caracteriza por ser una poesía oscura y misteriosa con rasgos netamente metafísicos; llena de figuras abstractas e ideas profundamente filosóficas.
Los temas en la poesía Alfonsina hacen alusión a la esencia, la forma, el número, la materia, el Ser, Dios, la eternidad, el espacio y el tiempo.
El poema "Un detalle" es el poema característico de esta etapa. Para Pablo Antonio Cuadra con el poema "La piedra viva" da inicio a su poesía metafísica.un hobre ente muchos con la 3 mejor poesia
Poesía Modernista
En este periodo Cortés se destaca por seguir las huellas de Darío, pero con su sello de originalidad incluyendo sus propias modificaciones en la estética.
En cuanto a la forma de su poesía modernista se nota una menor preocupación por la medida de los versos, experimentando muchas versificaciones en especial alcanzando gran perfección en el soneto.
Unos de los puntos más característico de su poesía es la paradoja; en este periodo su poesía contrasta con con la poesía metafísica y se dirige hacia lo sencillo, tangible y natural.
En este periodo su poesía carece de la originalidad y profundidad filosófica de la poesía alfonsina.
Poesía Mala
Ernesto Cardenal afirma que la poesía mala está hecha “torpemente”; en cuanto a su estética condesa su concepción de le belleza perfecta, al mismo tiempo posee una clara inclinación racionalista en el sentido de la religión al negar dogmas y concentrar su esperanza en la razón.
Obras Publicadas
* La odisea del istmo (Guatemala 1922)
* Poesía (Managua 1931)
* Tardes de oro (Managua 1934)
* Poemas eleusimos (León 1935)
* La música de la existencia (1932)
* 30 poemas de Alfonso (Managua 1952)
* Las 7 antorchas del sol (León 1952)
* Las rimas universales (Managua 1964)
* Las coplas del pueblo (Managua 1965)
* Las puertas del pasatiempo (Managua 1967)
* La canción del espacio
LI:RENE DAVILA"
Alfonso Cortés (9 de diciembre de 1893 - 3 de febrero de 1969). Poeta nicaragüense de origen leonés, considerado como uno de los tres grandes después de Darío; perteneciente al grupo post-modernista hispanoamericano. Nace en el mismo año que el gran poeta, también nicaragüense, Salomón de la Selva.
Es famoso por haber perdido la razón en 1927 y no recobrarla jamás, pero esto no fue suficiente para menguar su talento literario escribiendo algunos de sus mejores poemas en estado de locura.
Biografía
Desde muy pequeño reveló su vocación hacia el arte de la literatura empezando a crear a sus primeros versos a la edad de siete años. Sus estudios fueron realizados en la ciudad de León llegando hasta cuarto año de secundaría. Durante su juventud aprendió diversos idiomas como el inglés, francés, italiano y portugués. Es influenciado por el mundo esotérico y es aficionado a la lectura de simbolismo francés y el mismo Rubén Darío.En 1920 realiza un viaje a México con el motivo de asistir al Primer Congreso de Periodistas Hispanoamericano; en su regreso se detiene en Guatemala donde participa en 1921con su poema “La odisea del Istmo” en los Juegos de las Flores de Quezaltenango obteniendo el primer premio. El año siguiente regresa a Nicaragua.
El 18 de febrero de 1927 entra en estado de locura para no recuperar la razón jamás, pero al mismo tiempo continuando su labor literaria, el primer poema escrito en este estado esquizofrénico es "La canción del espacio". La locura es uno de los estados mentales poco descritos por la ciencia. Lo que sí es cierto es que es una enfermedad, como todas las psíquicas, progresivas. Es decir, es un síndrome que no se puede definir el momento en que se manifiesta. Se tiene evidencia de su mal un día en particular pero eso no significa que se inicia en ese momento. Esta es una parte poco clara del estado en que se encierra el poeta, lo que ha ganerado polémicas alrededor de sus estudios metafísicos.
Vivió en la vieja casa en que pasó su infancia Rubén Darío y se dice que en esa casa se volvió loco en 1927. Su familia lo mantenía encerrado por sus crisis de furia y a veces lo tenían encadenado a una viga del techo. Se dice que en uno de esos encierros, ya estando loco, escribió su famoso poema "Ventana", llamado originalmente "Un detalle", mismo que fue inspiración para la primera canción que compusiera su compatriota Hernaldo Zúñiga titulada "Ventanillas", con la cual obtuvo el tercer lugar en su primera de dos participaciones en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en su XV edición en 1974, en Chile. Debido a su esquizofrenia permaneció atado por cadenas sujetadas al techo, hasta que en 1944 fue internado en el Hospital de Enfermos Mentales de Managua.
En Managua es objeto de muchos homenajes por su destacada participación literaria. En 1951 es trasladado a Costa Rica pero tres mese después retorna a su país de origen; es traslado nuevamente a León por sus familiares donde es homenajeado nuevamente.
La Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua le otorga el título de Doctor Honoris Causa; pero muere poco después el 3 de febrero de 1969.
Su Poesía
Su producción poética se puede dividir en tres etapas: Poesía Alfonsina, Poesía Modernista y Poesía Mala. Si embargo se trata de unas etapas poéticas intemporales, es decir que no se encuentra evolución, cambio, progreso o división entre cordura y locura, adolescencia y madurez, tratándose solamente de una división que se produce por lo largo de su produccion.
POESIA ALFONSINA
Se caracteriza por ser una poesía oscura y misteriosa con rasgos netamente metafísicos; llena de figuras abstractas e ideas profundamente filosóficas.
Los temas en la poesía Alfonsina hacen alusión a la esencia, la forma, el número, la materia, el Ser, Dios, la eternidad, el espacio y el tiempo.
El poema "Un detalle" es el poema característico de esta etapa. Para Pablo Antonio Cuadra con el poema "La piedra viva" da inicio a su poesía metafísica.un hobre ente muchos con la 3 mejor poesia
Poesía Modernista
En este periodo Cortés se destaca por seguir las huellas de Darío, pero con su sello de originalidad incluyendo sus propias modificaciones en la estética.
En cuanto a la forma de su poesía modernista se nota una menor preocupación por la medida de los versos, experimentando muchas versificaciones en especial alcanzando gran perfección en el soneto.
Unos de los puntos más característico de su poesía es la paradoja; en este periodo su poesía contrasta con con la poesía metafísica y se dirige hacia lo sencillo, tangible y natural.
En este periodo su poesía carece de la originalidad y profundidad filosófica de la poesía alfonsina.
Poesía Mala
Ernesto Cardenal afirma que la poesía mala está hecha “torpemente”; en cuanto a su estética condesa su concepción de le belleza perfecta, al mismo tiempo posee una clara inclinación racionalista en el sentido de la religión al negar dogmas y concentrar su esperanza en la razón.
Obras Publicadas
* La odisea del istmo (Guatemala 1922)
* Poesía (Managua 1931)
* Tardes de oro (Managua 1934)
* Poemas eleusimos (León 1935)
* La música de la existencia (1932)
* 30 poemas de Alfonso (Managua 1952)
* Las 7 antorchas del sol (León 1952)
* Las rimas universales (Managua 1964)
* Las coplas del pueblo (Managua 1965)
* Las puertas del pasatiempo (Managua 1967)
* La canción del espacio
LI:RENE DAVILA"
EL REY DEL CORRIDO NICARAGUENSE TINO LOPEZ GUERRA.
EL REY DEL CORRIDO NICARAGUENSE TINO LOPEZ GUERRA.: " Tino López Guerra nació en Chinandega, Nicaragua, sus padres fueron el médico Eduardo López Robelo y Celina Guerra, tuvo seis hermanos. Se casó con Consuelo Rosales con quien tuvo dos hijos: Tino y María del Socorro.
Desde joven escribió poemas y compuso canciones de tipo romántico.
Cursó sus estudios primarios en el Instituto Pedagógico de Varones de Managua "La Salle", donde aprovechaba los recreos para usar a veces el único piano del Colegio y dar rienda suelta a su fina sensibilidad artística.
En 1927 se marchó a los Estados Unidos donde residió por varios años, luego regresó a su patria y compuso muchos corridos, su característica, que han dado a conocer a su país por todo el mundo.
Tres Flores Para Ti" y "Chinita Corronga" son sus primeras composiciones importantes.
También vivió en México, donde los cantantes y Mariachis de la época grabaron sus composiciones.
Cuando Managua celebra su centenario y él le compone su "Corrido Managua", es condecorado por el entonces Ministro del Distrito Andrés Murillo e interpretan el corrido en la celebración cien guitarristas.
Luego compone "Viva León Jodido", corrido mundialmente conocido y que hace vibrar al nicaragüense en las fibras más hondas de su corazón. León también lo condecora y le dedica un homenaje. "Nicaragua Mía" es el corrido dedicado a la patria, ampliamente difundido, y que permanece dentro del corazón del nicaragüense, también le compone corridos a Granada y a su ciudad natal Chinandega
Su música va más allá de su patria y le canta a las repúblicas hermanas de América Central y a México donde vivió una temporada en México, ahí lo declaran el "Rey de los Corridos", alias que lo acompañó desde entonces. Su gran inspiración siempre fueron el amor y los paisajes y bellezas de su natal Nicaragua.
Se cuenta que estando en México en una noche de farra, en un lugar donde se están tocando corridos mexicanos, él toca y canta el "Corrido México", y lo premian con la mejor guitarra que hay en el lugar, guitarra que conserva su hijo Tino López Rosales.[1]
Su fervor por la Virgen María lo lleva a pedirle que aparezca en América Central en su canción "Nuestra Señora de Fátima".
A su esposa Consuelo le compuso una ranchera: "Mi Consuelo".
López Guerra logró el hito de ser el primer compositor nicaragüense a quien le grabaron en el extranjero una canción original, esto tuvo lugar en Buenos Aires, Argentina, bajo el sello Odeón, la composición fue "Tres Flores Para Ti".
Tino López Guerra falleció en Managua, Nicaragua y fue sepultado justo el día de su cumpleaños número 61, el 20 de julio de 1967.LIC:RENE DAVILA"
Desde joven escribió poemas y compuso canciones de tipo romántico.
Cursó sus estudios primarios en el Instituto Pedagógico de Varones de Managua "La Salle", donde aprovechaba los recreos para usar a veces el único piano del Colegio y dar rienda suelta a su fina sensibilidad artística.
En 1927 se marchó a los Estados Unidos donde residió por varios años, luego regresó a su patria y compuso muchos corridos, su característica, que han dado a conocer a su país por todo el mundo.
Tres Flores Para Ti" y "Chinita Corronga" son sus primeras composiciones importantes.
También vivió en México, donde los cantantes y Mariachis de la época grabaron sus composiciones.
Cuando Managua celebra su centenario y él le compone su "Corrido Managua", es condecorado por el entonces Ministro del Distrito Andrés Murillo e interpretan el corrido en la celebración cien guitarristas.
Luego compone "Viva León Jodido", corrido mundialmente conocido y que hace vibrar al nicaragüense en las fibras más hondas de su corazón. León también lo condecora y le dedica un homenaje. "Nicaragua Mía" es el corrido dedicado a la patria, ampliamente difundido, y que permanece dentro del corazón del nicaragüense, también le compone corridos a Granada y a su ciudad natal Chinandega
Su música va más allá de su patria y le canta a las repúblicas hermanas de América Central y a México donde vivió una temporada en México, ahí lo declaran el "Rey de los Corridos", alias que lo acompañó desde entonces. Su gran inspiración siempre fueron el amor y los paisajes y bellezas de su natal Nicaragua.
Se cuenta que estando en México en una noche de farra, en un lugar donde se están tocando corridos mexicanos, él toca y canta el "Corrido México", y lo premian con la mejor guitarra que hay en el lugar, guitarra que conserva su hijo Tino López Rosales.[1]
Su fervor por la Virgen María lo lleva a pedirle que aparezca en América Central en su canción "Nuestra Señora de Fátima".
A su esposa Consuelo le compuso una ranchera: "Mi Consuelo".
López Guerra logró el hito de ser el primer compositor nicaragüense a quien le grabaron en el extranjero una canción original, esto tuvo lugar en Buenos Aires, Argentina, bajo el sello Odeón, la composición fue "Tres Flores Para Ti".
Tino López Guerra falleció en Managua, Nicaragua y fue sepultado justo el día de su cumpleaños número 61, el 20 de julio de 1967.LIC:RENE DAVILA"
CAMILO ZAPATA EL CLARINERO MAYOR Y PADRE DEL SON NICARAGUENSE.
CAMILO ZAPATA EL CLARINERO MAYOR Y PADRE DEL SON NICARAGUENSE.: "
De madre jinotepina y padre chinandegano, Camilo Zapata nació en Managua el 25 de septiembre del año 1917, Bachiller del Colegio Bautista, estudió topografía por correspondencia y se fue a Chinandega después del terremoto del 23 de diciembre de 1972 que destruyó la capital.
Se inició a los quince años en Managua cuando cantaba en la emisora "Rubén Darío", mientras sus compañeros Francisco Fiallos, Juan Ramón Bermúdez y David Loáisiga, lo hacen en "YNOP", la emisora que en el año 1932 funcionaba en la capital. En ese tiempo estaba de moda los paseos a la costa del lago de Managua, sector de Miralagos. Mucha gente se reúne en ese lugar, lo que era aprovechado por Camilo y otros jóvenes para tocar la guitarra, cantar y darse a conocer.
Pero su aparición hay que ubicarla en un momento histórico, cuando se emprende a la búsqueda y la afirmación de la identidad nacional, tras las negativas consecuencias culturales que había dejado la ocupación norteamericana. Por eso no resulta arbitrario relacionar la publicación de los poemas nicaragüenses, de Pablo Antonio Cuadra en 1934, con "Caballito Chontaleño" de Camilo Zapata, canción escrita ese mismo año, en compás de seis por ocho, constituyendo la partida de nacimiento del "Son Nica".
Con este nombre se ha identificado ese ritmo popular y típico lo nuestro visto con nuestros propios ojos iniciando por Zapata, quien después estrena "El Nandaimeño", "El Solar de Monimbó" y "El Ganado Colorado", por citar tres de sus piezas consagratorias. Ritmo que José Francisco Borgén propuso denominar con acierto rascado y que, erradamente, se le difundió como "Canción folklórica". El mismo Borgén describió a Zapata cuando participaba en los programas vivos de la Radio La voz de la América Central: "Pequeño, flaco, moreno, despreocupado".
Su humildad le atrae simpatías; pero, más que su humildad, el hecho de llevar al micrófono melodías frescas de nuestros campos" y también de nuestros pueblos y ciudadelas, como lo revelará en sus canciones "Nindirí", "Ticuantepe" y "Callecita Colonial"
Camilo Zapata se había graduado en México de Ingeniero Topógrafo con especialidad en sistema de riego y conservación de suelos, profesión que le condujo a conocer, palmo a palmo, buena parte del territorio nacional y a crear consciente en palabras de Pablo Antonio Cuadra él son que nos baila adentro, en el subconsciente musical del pueblo. Fue el primero que valoró y dio continuidad culta al ritmo popular más característico de los nicaragüenses". Para Carlos Mántica, introdujo nuestros ritmos de inspiración folklórica a los salones "vistiendo a la marimba de guitarra".
Para nosotros, integra con Erwin Krüger y Tino López Guerra el trío de oro" de la música típica o vernácula de Nicaragua. Además, fue el primer nicaragüense que grabá en disco "Caballito chontaleños" y "Solar de Monimbó", prensado por la RCA de México, cuando los discos eran de 78 revoluciones por minuto; y el primer en internacionalizarse. Sus composiciones fueron interpretadas por los Hermanos Silva (chilenos), Los Diamantes (peruanos), Los Quipus (ecuatorianos) y otros."
Sin embargo, su producción no se limitó a la tendencia vernácula. Su "Pregón del Paletero", que el público privilegiado en los años 40, no era un aire nicaragüense, sino que estaba tocado de cubanismo. Por lo demás, fue autor de melodías de toda índole: valses, tangos, pasillos, boleros, pregones y villancicos. En este último género tuvo repercusión su "Campanitas de Navidad". Festivo, rico en matices y en color local, el compositor pionero Camilo Zapata al crear el "son nica" tocó las cuerdas más sensibles del alma de nuestro pueblo.
El 16 de abril de 1994, la Casa del Artista le brinda un homenaje al insigne compositor. Varias cuadras fueron cerradas para que la gimnasia rítmica del Instituto Nacional Ramírez Goyena y por lo menos cinco mil personas pudieran decirle adiós al gran compositor pinolero que se marcha de su amada Nicaragua, para residir en los Estados Unidos de América.
Camilo, visiblemente emocionado, dijo que agradecía profundamente el gesto de los artistas nacionales y les instó a conservar vivo el espíritu de colaboración a este patrimonio, ya que redundará en beneficio de las nuevas generaciones. También indicó que se deben apartar las diferencias y el egoísmo y buscar el bien común unidos por el arte en beneficio de todos.
Don Carlos Garzón (q.e.p.d) impuso la distinción en oro, seguido de la entrega de un pergamino de honor por parte de la Compañía Cervecera Nacional de manos del Lic. Guillermo Mejía. Luego el vicepresidente de la Casa del Artista Nacional, Lic. Hosman Balmaceda, entregó también un reconocimiento en nombre de la Casa del Artista y de Margarina Cremy. Una centena de artistas aguardaba pacientemente a rendir homenaje al gran compositor del "Caballito Chontaleño", "La Minga Rosa Pineda", "El Solar de Monimbó", y tantas otras.
Dentro de los artistas participantes en este homenaje estaban viejas glorias de nuestro arte como: Jorge Isaac Carballo, Gilberto Guzmán, Jimmy Wilson, Daysi Wilson, Eveling Martínez, Otto de la Rocha, [[Mario Montenegro, Trío Los Andes, entre otros. Participaron también poetisas, fonomímicos, guitarritas, ENIGRAC, la comisión de la Cultura de la Asamblea Nacional, el coreógrafo Bayardo Ortiz y los miembros honorarios de la Casa del Artista Nacional.
En este homenaje Camilo Zapata inauguró el mural que está situado a la entrada de la Casa del Artista Nacional, al lado de Don Gilberto Guzmán, obra hecha por el caricaturista y pintor Luis Cuadra, mejor conocido en el ambiente artístico como ARCHI. El 29 de agosto de 1998, El Ballet Folklórico Nicaragüense, le brindó un homenaje al creador del "Son Nica" con la puesta en escena del tema musical "Minga Rosa Pineda", se seleccionó este tema por ser uno de los más conocidos de Camilo Zapata, dijo el director del grupo, Ronald Abud Vivas.
Camilo Zapata vivió rodeado de trofeos, diplomas y condecoraciones que, gobiernos extranjeros y el de Nicaragua, le han tributado en reconocimiento a su labor artística. LIC:RENE DAVILA"
De madre jinotepina y padre chinandegano, Camilo Zapata nació en Managua el 25 de septiembre del año 1917, Bachiller del Colegio Bautista, estudió topografía por correspondencia y se fue a Chinandega después del terremoto del 23 de diciembre de 1972 que destruyó la capital.
Se inició a los quince años en Managua cuando cantaba en la emisora "Rubén Darío", mientras sus compañeros Francisco Fiallos, Juan Ramón Bermúdez y David Loáisiga, lo hacen en "YNOP", la emisora que en el año 1932 funcionaba en la capital. En ese tiempo estaba de moda los paseos a la costa del lago de Managua, sector de Miralagos. Mucha gente se reúne en ese lugar, lo que era aprovechado por Camilo y otros jóvenes para tocar la guitarra, cantar y darse a conocer.
Pero su aparición hay que ubicarla en un momento histórico, cuando se emprende a la búsqueda y la afirmación de la identidad nacional, tras las negativas consecuencias culturales que había dejado la ocupación norteamericana. Por eso no resulta arbitrario relacionar la publicación de los poemas nicaragüenses, de Pablo Antonio Cuadra en 1934, con "Caballito Chontaleño" de Camilo Zapata, canción escrita ese mismo año, en compás de seis por ocho, constituyendo la partida de nacimiento del "Son Nica".
Con este nombre se ha identificado ese ritmo popular y típico lo nuestro visto con nuestros propios ojos iniciando por Zapata, quien después estrena "El Nandaimeño", "El Solar de Monimbó" y "El Ganado Colorado", por citar tres de sus piezas consagratorias. Ritmo que José Francisco Borgén propuso denominar con acierto rascado y que, erradamente, se le difundió como "Canción folklórica". El mismo Borgén describió a Zapata cuando participaba en los programas vivos de la Radio La voz de la América Central: "Pequeño, flaco, moreno, despreocupado".
Su humildad le atrae simpatías; pero, más que su humildad, el hecho de llevar al micrófono melodías frescas de nuestros campos" y también de nuestros pueblos y ciudadelas, como lo revelará en sus canciones "Nindirí", "Ticuantepe" y "Callecita Colonial"
Camilo Zapata se había graduado en México de Ingeniero Topógrafo con especialidad en sistema de riego y conservación de suelos, profesión que le condujo a conocer, palmo a palmo, buena parte del territorio nacional y a crear consciente en palabras de Pablo Antonio Cuadra él son que nos baila adentro, en el subconsciente musical del pueblo. Fue el primero que valoró y dio continuidad culta al ritmo popular más característico de los nicaragüenses". Para Carlos Mántica, introdujo nuestros ritmos de inspiración folklórica a los salones "vistiendo a la marimba de guitarra".
Para nosotros, integra con Erwin Krüger y Tino López Guerra el trío de oro" de la música típica o vernácula de Nicaragua. Además, fue el primer nicaragüense que grabá en disco "Caballito chontaleños" y "Solar de Monimbó", prensado por la RCA de México, cuando los discos eran de 78 revoluciones por minuto; y el primer en internacionalizarse. Sus composiciones fueron interpretadas por los Hermanos Silva (chilenos), Los Diamantes (peruanos), Los Quipus (ecuatorianos) y otros."
Sin embargo, su producción no se limitó a la tendencia vernácula. Su "Pregón del Paletero", que el público privilegiado en los años 40, no era un aire nicaragüense, sino que estaba tocado de cubanismo. Por lo demás, fue autor de melodías de toda índole: valses, tangos, pasillos, boleros, pregones y villancicos. En este último género tuvo repercusión su "Campanitas de Navidad". Festivo, rico en matices y en color local, el compositor pionero Camilo Zapata al crear el "son nica" tocó las cuerdas más sensibles del alma de nuestro pueblo.
El 16 de abril de 1994, la Casa del Artista le brinda un homenaje al insigne compositor. Varias cuadras fueron cerradas para que la gimnasia rítmica del Instituto Nacional Ramírez Goyena y por lo menos cinco mil personas pudieran decirle adiós al gran compositor pinolero que se marcha de su amada Nicaragua, para residir en los Estados Unidos de América.
Camilo, visiblemente emocionado, dijo que agradecía profundamente el gesto de los artistas nacionales y les instó a conservar vivo el espíritu de colaboración a este patrimonio, ya que redundará en beneficio de las nuevas generaciones. También indicó que se deben apartar las diferencias y el egoísmo y buscar el bien común unidos por el arte en beneficio de todos.
Don Carlos Garzón (q.e.p.d) impuso la distinción en oro, seguido de la entrega de un pergamino de honor por parte de la Compañía Cervecera Nacional de manos del Lic. Guillermo Mejía. Luego el vicepresidente de la Casa del Artista Nacional, Lic. Hosman Balmaceda, entregó también un reconocimiento en nombre de la Casa del Artista y de Margarina Cremy. Una centena de artistas aguardaba pacientemente a rendir homenaje al gran compositor del "Caballito Chontaleño", "La Minga Rosa Pineda", "El Solar de Monimbó", y tantas otras.
Dentro de los artistas participantes en este homenaje estaban viejas glorias de nuestro arte como: Jorge Isaac Carballo, Gilberto Guzmán, Jimmy Wilson, Daysi Wilson, Eveling Martínez, Otto de la Rocha, [[Mario Montenegro, Trío Los Andes, entre otros. Participaron también poetisas, fonomímicos, guitarritas, ENIGRAC, la comisión de la Cultura de la Asamblea Nacional, el coreógrafo Bayardo Ortiz y los miembros honorarios de la Casa del Artista Nacional.
En este homenaje Camilo Zapata inauguró el mural que está situado a la entrada de la Casa del Artista Nacional, al lado de Don Gilberto Guzmán, obra hecha por el caricaturista y pintor Luis Cuadra, mejor conocido en el ambiente artístico como ARCHI. El 29 de agosto de 1998, El Ballet Folklórico Nicaragüense, le brindó un homenaje al creador del "Son Nica" con la puesta en escena del tema musical "Minga Rosa Pineda", se seleccionó este tema por ser uno de los más conocidos de Camilo Zapata, dijo el director del grupo, Ronald Abud Vivas.
Camilo Zapata vivió rodeado de trofeos, diplomas y condecoraciones que, gobiernos extranjeros y el de Nicaragua, le han tributado en reconocimiento a su labor artística. LIC:RENE DAVILA"
ERWIN KRUGER MUSICO ACUARELISTA NICARAGUENSE.
ERWIN KRUGER MUSICO ACUARELISTA NICARAGUENSE.: " Erwin Krüger nació en León, en el año de 1915. Su padre fué alemán y su madre nicaragüense. En 1938 recibe un premio por su canción "La sierra de mi tierra".
Le siguen premios con la canción "Monimbó" en 1941 y por la que muchos años más tarde salvó su vida en una calle del barrio al cual había compuesto la canción.
Erwin Krüger integró el renombrado "Trío Monimbó" con su hermano Carlos quien era cantante y el guitarrista Pepe Ramírez. Erwin Krüger fundó el conjunto "Los Alzacuanes" en 1932 y, ese mismo año, el famoso "Trío Xolotlán"; luego "Los Pinoleros" en 1934 y posteriormente el ya referido "Trío Monimbó".
Si bien Camilo Zapata, con el "Caballito chontaleño", había incorporado el son nica a nuestro cancionero culto y los sones de marimba a la guitarra, Krüger descubrió en su canto el paisaje y la tierra, valorándola con amor. De ahí se haya infundido mucha poesía a la letra de sus canciones. Las más celebradas fueron: "Barrio de pescadores", "El sabanero", "El lechero", "El zenzontle", "Mi pueblito" y "Queja india" – quizás la primera canción de protesta de Nicaragua -, aparte de "Monimbó".
Al respecto, Carlos Mántica ha contado que en una visita a ese barrio de Masaya – para asistir a la toma d posesión del "Alcalde de vara"-, deambulaba con Krüger entre los solares, cuando les salió al encuentro un monimboseño machete en mano y muy pasado de tragos. "Me preguntó mi nombre con cierta malacrianza – recuerda – y desde luego, mi nombre no le dijo nada, luego se dirigió a Erwin y cuando le dijo soy Erwin Krüger, se le iluminó la cara y dijo: Elver Griber, el compositor de Monimbó. Se le echó encima, le dio un gran abrazo y le dijo: Hermano, ahora puedo morir en paz y finalmente le tomó las manos y se las besó".
Mántica opina que es en "Barrio de pescadores" donde Krüger mejor recoge y conserva el paisaje, pero no se agota allí su pincel de acuarelista. Hay estrofas que superan a las de la canción anterior, pertenecientes a sus composiciones "Luna en el estereo", "Estampa serrana" y Mi pueblito", escritas en México, donde vivió varios años trabajando para la radio emisora YNOW. Asimismo, su labor de reivindicación musical fue tan profunda y acentrada que la realizó en no menos de 14 países, conquistando aplausos y premios en festivales internacionales: los de Manizales, Colombia, Miami, República Dominicana y en diversas representaciones en cada uno de los países de Centroamérica. Fue también, con Carlos Mántica, el coproducto del Primer Festival Folklórico Nicaragüense.
En esa dirección, Krüger realizó otra labor: la de musicólogo, rescatando del campo y repopularizándolas – a través de sus conjuntos y del disco – canciones folklóricas como "Palomita guasiruca", "La canción del garrobo" y "Doña sapa". Pero este bohemio responsable y alegre, trabajador y forjador de un hogar modelo, tuvo un encuentro definitivo con Cristo el 14 de septiembre de 1965, sin modificar su alegría y picardía connaturales. Nicaragua Hoy
"Para quienes lo conocimos de cerca y a fondo –ha escrito Mántica-, Erwin es uno de esos personajes que marca, que deja huella, porque contagiaba a los demás con su propio ser... Sabía que amaba lo que hacía y hacía lo que quería. Difícilmente se puede tener más éxito que esto. No le conocí enemigos, nunca alimentó rencores, no lo envaneció la fama, no le esclavizó el dinero y nunca lo venció el dolor. En su compañía se igualaban ricos y pobres que con igual ilusión buscaban su amistad, le hicieron círculos teólogos y artistas, sabios e ignorantes, santos y pecadores". LIC:RENE DAVILA"
Le siguen premios con la canción "Monimbó" en 1941 y por la que muchos años más tarde salvó su vida en una calle del barrio al cual había compuesto la canción.
Erwin Krüger integró el renombrado "Trío Monimbó" con su hermano Carlos quien era cantante y el guitarrista Pepe Ramírez. Erwin Krüger fundó el conjunto "Los Alzacuanes" en 1932 y, ese mismo año, el famoso "Trío Xolotlán"; luego "Los Pinoleros" en 1934 y posteriormente el ya referido "Trío Monimbó".
Si bien Camilo Zapata, con el "Caballito chontaleño", había incorporado el son nica a nuestro cancionero culto y los sones de marimba a la guitarra, Krüger descubrió en su canto el paisaje y la tierra, valorándola con amor. De ahí se haya infundido mucha poesía a la letra de sus canciones. Las más celebradas fueron: "Barrio de pescadores", "El sabanero", "El lechero", "El zenzontle", "Mi pueblito" y "Queja india" – quizás la primera canción de protesta de Nicaragua -, aparte de "Monimbó".
Al respecto, Carlos Mántica ha contado que en una visita a ese barrio de Masaya – para asistir a la toma d posesión del "Alcalde de vara"-, deambulaba con Krüger entre los solares, cuando les salió al encuentro un monimboseño machete en mano y muy pasado de tragos. "Me preguntó mi nombre con cierta malacrianza – recuerda – y desde luego, mi nombre no le dijo nada, luego se dirigió a Erwin y cuando le dijo soy Erwin Krüger, se le iluminó la cara y dijo: Elver Griber, el compositor de Monimbó. Se le echó encima, le dio un gran abrazo y le dijo: Hermano, ahora puedo morir en paz y finalmente le tomó las manos y se las besó".
Mántica opina que es en "Barrio de pescadores" donde Krüger mejor recoge y conserva el paisaje, pero no se agota allí su pincel de acuarelista. Hay estrofas que superan a las de la canción anterior, pertenecientes a sus composiciones "Luna en el estereo", "Estampa serrana" y Mi pueblito", escritas en México, donde vivió varios años trabajando para la radio emisora YNOW. Asimismo, su labor de reivindicación musical fue tan profunda y acentrada que la realizó en no menos de 14 países, conquistando aplausos y premios en festivales internacionales: los de Manizales, Colombia, Miami, República Dominicana y en diversas representaciones en cada uno de los países de Centroamérica. Fue también, con Carlos Mántica, el coproducto del Primer Festival Folklórico Nicaragüense.
En esa dirección, Krüger realizó otra labor: la de musicólogo, rescatando del campo y repopularizándolas – a través de sus conjuntos y del disco – canciones folklóricas como "Palomita guasiruca", "La canción del garrobo" y "Doña sapa". Pero este bohemio responsable y alegre, trabajador y forjador de un hogar modelo, tuvo un encuentro definitivo con Cristo el 14 de septiembre de 1965, sin modificar su alegría y picardía connaturales. Nicaragua Hoy
"Para quienes lo conocimos de cerca y a fondo –ha escrito Mántica-, Erwin es uno de esos personajes que marca, que deja huella, porque contagiaba a los demás con su propio ser... Sabía que amaba lo que hacía y hacía lo que quería. Difícilmente se puede tener más éxito que esto. No le conocí enemigos, nunca alimentó rencores, no lo envaneció la fama, no le esclavizó el dinero y nunca lo venció el dolor. En su compañía se igualaban ricos y pobres que con igual ilusión buscaban su amistad, le hicieron círculos teólogos y artistas, sabios e ignorantes, santos y pecadores". LIC:RENE DAVILA"
domingo, 6 de febrero de 2011
EL DIVINO LEPROSO DE RIÓ CHIQUITO - LEÓN NICARAGUA
AMORES DE ABRAHAN.
EL DIVINO LEPROSO DE RIÓ CHIQUITO - LEÓN NICARAGUA: "
José de la Cruz mena nació en León el día 3 de mayo de 1874 y sus padres fueron Don Yanuario Mena y Doña Celedonia Ruíz. Comenzó a estudiar música con su padre, de quien aprendió la ejecución del cornetín. Fue asistido por su hermano mayor Jesús Isidoro y luego estudió con el maestro director Alejandro Cousin. En el año 1888, a los 16 años, ingresó a la Banda de los Supremos Poderes.
"El divino leproso", así le llaman a José de la Cruz Mena, principal representante armónico de la cultura de León de fines del siglo XIX y principios del XX.
José de la Cruz Meba viaja a Honduras e ingresa a la Banda Nacional que dirigía entonces Don Adalid Gamero, de este aprendió a ejecutar barítono. Allí compone la danza "El Nacatamal". Luego pasa a El Salvador, donde se incorpora a la Banda de los Supremos Poderes bajo la dirección del maestro Dreus y se infecta de lepra. Es cuidado en un hospital en donde obsequia a la Madre Superiora de ese centro unas "Avemarías", enviadas posteriormente a España para su ejecución.
En 1892 regresa a Nicaragua presintiendo ya su contaminación por la lepra que fue confirmada cuatro años después. Debido a ello tuvo que aislarse posteriormente en una cabaña en las márgenes del Río Chiquito, a doscientas varas al Poniente del Puente". Y se dedica a componer música. Pero queda completamente ciego. Tenía entonces únicamente 22 años. Con el transcurso de los años, aqui recibieron sus dictados Jerónimo Castellón, Bernardino Turcíos, Rubén Galiano, Pantaleón Vanegas y Daniel Cuadra, de quienes el Fondo Histórico Documental de la Música Nicaragüense posee varios manuscritos. De José de la Cruz Mena, dicen que usaba como diapasón un trozo de riel que colgaba del techo de su cabaña.
Esto -escribe el Dr. Edgardo Buitrago- "le obligó a encerrarse aún más dentro de sí mismo, dejando transcurrir su existencia al vaivén de una hamaca que colgaba de dos horcones de su rancho". Pero varios jóvenes músicos ofreciéndose para transcribir al pentagrama su inspiración, llegan a visitarlo.
El Presidente José Santos Zelaya fue gran admirador suyo. Tras el estreno de la marcha que el músico leonés le dedicó, dispuso lo siguiente; que se le concediera una plaza de sargento para solventar sus necesidades, que se le respetara en su retiro del Río Chiquito y que se le borrara de la lista de leprosos que habrían de transportar a la Isla de Aserradores.
Su hermano Manuel Roldán Mena, autorizó a Don Juan Deshon para que se imprimieran póstumamente en Alemania sus "valses Ruinas y Amores de Abraham". José María Vélez, un notable pianista español que hizo de Nicaragua su patria adoptiva, estuvo al cuidado de otra edición de los mismos valses, de "Bella Margarita", dedicada a Doña Margarita Lacayo Lacayo, "Tus Ojos".
Con muchos valses compuestos con gran maestría, obtiene la fama en septiembre de 1904, durante la celebración de los primeros Juegos Florales de León, ganando el primer premio en música con el vals "Ruinas" que fue ejecutado por Doña Margarita Alonso en un solo de piano . Formaron el jurado Don Marcelo Soto, Don Pablo Vega y Raudes y Don Isaías Ulloa. Fue tal la alegría y el entusiasmo que provocó en el público su pieza que el galardonado -pese a su enfermedad contagiosa- fue llamado al Teatro Municipal para recibir la merecida aclamación:"¡Viva Mena!", exclamaban repetidamente su pueblo a divisarlo en "el gallinero", la galería más alta del teatro.
El divino leproso murió en León el 22 de septiembre de 1907, en una soledad amarga sufriendo los cruentos dolores de su enfermedad.Los funerales de José de la Cruz Mena revistieron gran solemnidad y el Responso y la Misa Solemne de cuerpo presente se realizaron en la Capilla de la Catedral Metropolitana, acompañados por la Filarmónica dirígida por el maestro Pablo Vega y Raudes. Diez años sufrió la enfermedad, muriendo a la edad de 33 años en 1907, el primer director de sus famosos valses fue Don Marcelo Soto. Ahora, sus restos descansan en una de las gruesas paredes de la Catedral de su ciudad natal leon.
LIC:RENE DAVILA"
sábado, 5 de febrero de 2011
LA AZAROSA VIDA DE ROSA SARMIENTO MADRE DEL BARDO UNIVERSAL RUBEN DARIO.
LA AZAROSA VIDA DE ROSA SARMIENTO MADRE DEL BARDO UNIVERSAL RUBEN DARIO.: "
El 16 de abril de 1866 fue celebrado en la catedral de León, Nicaragua, el matrimonio religioso de Manuel García Rojas (conocido también por Manuel Darío) y Rosa Sarmiento Alemán. Él tenía 46 años y ella 22. Huérfana, Rosa era protegida de su tía carnal Bernarda Sarmiento de Ramírez, hermana de su padre Ignacio; y Manuel se había instalado en la ciudad con un negocio de telas. Mas la unión, concebida por el clan Darío, no resultó: a los días de casada, Rosa recibiría maltrato físico de Manuel, su primo en tercer grado de consanguinidad.
Viva, guapa y de atractiva voz dotada para el canto
Escasa información se dispone de la vida de esta joven: a los tres años de edad —o a los tres días de nacida, según otros— se trasladó a León desde Chinandega —donde había visto la luz en 1840— al hogar Ramírez Madregil-Sarmiento Mayorga, parientes entre sí. En ese hogar creció y aprendió todos los oficios domésticos, a leer y a escribir por su propia iniciativa, ya que era viva, guapa y poseía una atractiva voz dotada para el canto.
De catorce, quince años, trabajó como dependiente del establecimiento comercial “Maduro y Cía. Ltda.” (cuyo dueño era un súbdito danés), sin dejar sus quehaceres en la casa de la tía Bernarda. Un día conoció a un joven en Masaya: Aurelio Avilés, y ambos quedaron prendados e iniciaron una correspondencia que incluía el enlace matrimonial. Pero la fibra trágica de la que estuvo tejida la existencia de Rosa Sarmiento impidió ese destino. Y doña Bernarda, secundada por su hermana Petronila Rojas de García, madre de Manuel García —el tendero solterón— arregló casarla con éste, proclive a las mujeres y a la bebida.
Como se dijo, Manuel García era 24 años mayor que Rosa, pues había nacido el 8 de julio de 1820 y tenía dos de pretenderla. Así lo revela la diligencia matrimonial ante la autoridad eclesiástica; en ella, Rosa declara haber olvidado el apellido de su madre porque la dejó muy tierna cuando murió. Don Manuel, por su lado, expresó públicamente su decisión de desposarla y, además de enfatizar que le era urgente casarse cuanto antes solicitaba que se le dispensen las proclamas que por su parte habrían de leerse en Chinandega como en esta ciudad [León], pues cualquier dilación le acarrearía mucho perjuicio en su solicitud.
No hubo dilación alguna. La familia lo había preparado todo: aprobada la solicitud de matrimonio, el canónigo de turno en Catedral concluyó la diligencia diciendo: Imponemos en penitencia a los contrayentes cuatro confesiones y comuniones y el Santísimo Rosario por ocho días, y valga siempre que la enunciada Rosa Darío no haya sido robada o que habiéndolo sido no permanezca en manos del raptor. De esta manera se unieron tanto civil como religiosamente en virtud del Concordato entre la República de Nicaragua y la Santa Sede, firmado en 1862.
A los nueve meses y siete días —el 18 de enero de 1867— nacía el primogénito en Metapa, poblado de la zona central del país correspondiente hoy al departamento de Matagalpa. ¿Su nombre? Félix Rubén García Sarmiento. La madre, decidiendo huir de su cónyuge en compañía de su tía Josefa, había tomado el viejo camino carretero de Las Segovias hacia el valle de Olominapa, en donde la mencionada tía era dueña de un pequeño negocio. Mas la gravidez de Rosa, no permitiéndole avanzar, le obligó a dar a luz en la pobrísima vivienda de Cornelio Mendoza, amigo de la familia.
“El Bocón”, tío abuelo de Darío
El 3 de marzo del mismo año, el recién nacido se hallaba con su madre en León. Ese día fue bautizado en la capilla del Sagrario de Catedral y lo apadrinó su tío abuelo —que haría de padre— Félix Ramírez Madregil, “El Bocón”: liberal, unionista centroamericano y partidario del líder democrático Máximo Jerez (1815-1881). Crece dentro del hogar de don Félix —alto, buen jinete, moreno y de barbas muy negras— y de su tía Bernarda, en una casona esquinera de la calle Real de León, cuna de sus antepasados.
Al poco tiempo, su madre lo traslada a San Marcos de Colón, Honduras, pueblo fronterizo con Nicaragua, instalándose allí junto a un estudiante hondureño que había alquilado una pieza en la casa de doña Bernarda: Juan Domingo Soriano. Sin embargo, su tío abuelo —a lomo de mula— marchó a traerlo retornando con él a León. De la unión de Rosa con Soriano nacería una hermanastra de Rubén: Dolores (conocida por) Lola Soriano de Turcios.
Lo demás es muy conocido y trillado e incluso legendario. Y no es necesario reiterarlo. Basta señalar que en todos los sufrimientos maternales de Rosa Sarmiento prevaleció el amor a su hijo. Éste, en su autobiografía, la recuerda en tres momentos: muy niño, en el escenario rural de San Marcos de Colón, Honduras (Una señora delgada, de vivos y brillantes ojos negros… blanca y de tupidos cabellos, alerta, risueña, bella); más grandecito, a los trece años, cuando se le apareció con una vecina, como una rara visión, obsequiándole dulces y regalitos, aparte de prodigarle mil palabras de ternura; y ya formado, a los 26, de regreso del primer viaje a España, cuando lo atendió y cuidó en León, acompañada de su hermanastra Lola, en la crisis alcohólica que se le desató al enterarse de la muerte en El Salvador de Rafaelita Contreras, su primera esposa.
La única carta del poeta a Rosa
Pero no se ha difundido lo suficiente la única carta que el poeta escribió a su madre desde San Salvador el 10 de octubre de 1890. En ese texto agradece a Rosa el haberle felicitado, a través de un telegrama, por su veintitrés cumpleaños; le habla de una empresa (el diario unionista La Unión, que dirigía) y se acuerda de su medio hermana, le adjunta otro texto epistolar y le habla de Víctor Romero, compatriota nicaragüense, dueño de la hacienda La Fortuna —próxima a la ciudad de Sonsonate—, en la que el poeta había permanecido varias semanas redactando la biografía de su finado amigo chileno Pedro Balmaceda Toro. Dice:
Mi querida madre:
Recibí su telegrama, que le agradecí profundamente, pues fue la primera de las felicitaciones que recibí. / Sé que tengo deberes y procuraré cumplirlos. Mi empresa está medio afirmándose. / Ruégole haga llegar esa carta que, como usted comprenderá, me interesa. / Abráceme a Lola en mi nombre. / Romero llegó. Es un excelente muchacho, que ha sido muy buen amigo mío, pero nunca mi protector. Éstos nunca los he tenido. Le recomiendo la carta. Le escribo corto, porque el correo se va / Le saluda con cariño y respeto, su hijo, / Rubén.
Para entonces, habían transcurrido casi quince meses de la resolución del litigio por los bienes de don Manuel Darío, fallecido el 5 de noviembre de 1888, entre el poeta —atosigado de deudas— y la viuda, declarada pobre de solemnidad por la municipalidad de Chinandega el 27 de mayo del mismo año. Resolución dictada por el sentimiento maternal de Rosa, quien —copio el escrito introducido por el abogado José Madriz ante el Juez de Primera Instancia Civil— jamás tuvo la intención de reclamar un centavo en la sucesión de su finado marido, no porque se creyese destituida de derecho, sino porque para ella ERA MÁS SATISFACTORIO QUE LLEVASE TODA LA HERENCIA SU HIJO DON RUBÉN, a quien ha amado y ama tiernamente… (las mayúsculas son del suscrito).
“La puñalada ha sido la muerte de mi madre”
Seis años después, el 3 de mayo de 1895, fallecía la declarante de este ejemplar amor maternal, y Rubén —mientras luchaba por consagrarse como líder del movimiento literario modernista en Buenos Aires— recibió la noticia con el más intenso dolor. No otra cosa lo indica en la carta, datada del 4 de julio del mismo año, a su amigo el médico Prudencio Plaza: He sufrido, mi querido Prudencio, lo que usted no puede imaginarse. ¡Con decirle que la puñalada ha sido la muerte de mi madre! / Y así, triste, solo, y completamente solo, he padecido inmensamente. ¡Tan solo!… Y por fin, esta noche, a la media noche, en una de las más duras noches de mi vida, le escribo a riesgo de darle unas horas de pena.
Tal fue, en síntesis, la relación humana, desgarradoramente humana, entre Rosa y Rubén; una relación que ya han desarrollado los biógrafos por su contenido dramático. Y el caso de ella, particularmente, inspiró una novela corta de la admirable Rosario Aguilar, publicada en 1967, que lleva de título —escuetamente— el nombre y apellido de ella: Rosa Sarmiento. ¡Rosa Sarmiento! ¡Cuánta desdicha albergó en su alma esta mujer! ¡Cuánto amor de madre entregó a su primogénito!
“Sin apoyo familiar, ni ayuda de mano amiga”
Con todo, ella formó parte de la desolación interior que padecía Rubén como un inadaptado genial que gobierna soberana y absolutamente sobre sus versos, pero obedece —esclavizado— a sus instintos. Ésta fue la lúcida explicación de su vida infortunada que dio el poeta en el prefacio a sus Cantos de vida y esperanza, Los cisnes y otros poemas (1905):
“La historia de una juventud llena de tristeza y de desilusión, a pesar de las primaverales sonrisas; la lucha por la existencia, desde el comienzo, sin apoyo familiar, ni ayuda de mano amiga; la sagrada y terrible fiebre de la lira; el culto del entusiasmo y la sinceridad, contra las añagazas y traiciones del mundo, del demonio y de la carne; el poder dominante e invencible de los sentidos, en una idiosincrasia calentada a sol de trópico en sangre mezclada de español y chorotega o nagrandano; la simiente del catolicismo contrapuesta a un tempestuoso instinto pagano; complicado con la necesidad psicofisiológica de estimulantes modificadores del pensamiento, peligrosos combustibles, suprimidores de perspectivas afligentes, pero que ponen en riesgo la máquina cerebral y la vibrante túnica de los nervios”.
Comentando esa página confesional, conmovida y conmovedora, el mexicano Jaime Torres Bodet afirma que en ella Darío nada oculta al lector: ni la hiperestesia del mestizo inseguro […], ni la afición del poeta en los paraísos embotellados: estímulos al principio, y tóxicos al final […], ni —subrayo— la angustia del chico que apenas supo quién fue su madre y no tuvo ni tiempo ni motivos reales para apreciar al hombre que le engendró…
Don Manuel: ¡Con su pan se lo coma!
Significativamente, su padre aparece en la primera carta conocida del poeta. Fechada en Chinandega el 3 de julio de 1882, y dirigida a uno de sus mejores amigos, Francisco Castro, días antes de su primer viaje a El Salvador: Pídele a don Manuel Darío, en mi nombre, por supuesto, una docena de escarpines y camisolas y… ¡lo que le puedas arrancar! Si se niega, con su pan se lo coma. ¡Con su pan se lo coma! He ahí, tempranamente expresado, el distante sentimiento que tuvo Rubén hacia su “tío Manuel”, como lo llama en sus páginas autobiográficas. Allí también se localiza el siguiente testimonio que lo marcaría para siempre:
“…don Manuel Darío figuraba como un tío. Y mi verdadero padre, para mí, y tal como se me había enseñado, era el otro, el que me había criado desde los primeros años, el que había muerto, el coronel Ramírez. No sé por qué, siempre tuve un desapego, una vaga inquietud separadora, con mi tío Manuel. La voz de la sangre… ¡que plácida patraña romántica! La paternidad única —llegó a esta convicción— es la costumbre del cariño y del cuidado. El que sufre y se desvela por un niño, aunque no lo haya engendrado, ése es su padre. LIC: JORGE EDUARDO ARELLANO."
El 16 de abril de 1866 fue celebrado en la catedral de León, Nicaragua, el matrimonio religioso de Manuel García Rojas (conocido también por Manuel Darío) y Rosa Sarmiento Alemán. Él tenía 46 años y ella 22. Huérfana, Rosa era protegida de su tía carnal Bernarda Sarmiento de Ramírez, hermana de su padre Ignacio; y Manuel se había instalado en la ciudad con un negocio de telas. Mas la unión, concebida por el clan Darío, no resultó: a los días de casada, Rosa recibiría maltrato físico de Manuel, su primo en tercer grado de consanguinidad.
Viva, guapa y de atractiva voz dotada para el canto
Escasa información se dispone de la vida de esta joven: a los tres años de edad —o a los tres días de nacida, según otros— se trasladó a León desde Chinandega —donde había visto la luz en 1840— al hogar Ramírez Madregil-Sarmiento Mayorga, parientes entre sí. En ese hogar creció y aprendió todos los oficios domésticos, a leer y a escribir por su propia iniciativa, ya que era viva, guapa y poseía una atractiva voz dotada para el canto.
De catorce, quince años, trabajó como dependiente del establecimiento comercial “Maduro y Cía. Ltda.” (cuyo dueño era un súbdito danés), sin dejar sus quehaceres en la casa de la tía Bernarda. Un día conoció a un joven en Masaya: Aurelio Avilés, y ambos quedaron prendados e iniciaron una correspondencia que incluía el enlace matrimonial. Pero la fibra trágica de la que estuvo tejida la existencia de Rosa Sarmiento impidió ese destino. Y doña Bernarda, secundada por su hermana Petronila Rojas de García, madre de Manuel García —el tendero solterón— arregló casarla con éste, proclive a las mujeres y a la bebida.
Como se dijo, Manuel García era 24 años mayor que Rosa, pues había nacido el 8 de julio de 1820 y tenía dos de pretenderla. Así lo revela la diligencia matrimonial ante la autoridad eclesiástica; en ella, Rosa declara haber olvidado el apellido de su madre porque la dejó muy tierna cuando murió. Don Manuel, por su lado, expresó públicamente su decisión de desposarla y, además de enfatizar que le era urgente casarse cuanto antes solicitaba que se le dispensen las proclamas que por su parte habrían de leerse en Chinandega como en esta ciudad [León], pues cualquier dilación le acarrearía mucho perjuicio en su solicitud.
No hubo dilación alguna. La familia lo había preparado todo: aprobada la solicitud de matrimonio, el canónigo de turno en Catedral concluyó la diligencia diciendo: Imponemos en penitencia a los contrayentes cuatro confesiones y comuniones y el Santísimo Rosario por ocho días, y valga siempre que la enunciada Rosa Darío no haya sido robada o que habiéndolo sido no permanezca en manos del raptor. De esta manera se unieron tanto civil como religiosamente en virtud del Concordato entre la República de Nicaragua y la Santa Sede, firmado en 1862.
A los nueve meses y siete días —el 18 de enero de 1867— nacía el primogénito en Metapa, poblado de la zona central del país correspondiente hoy al departamento de Matagalpa. ¿Su nombre? Félix Rubén García Sarmiento. La madre, decidiendo huir de su cónyuge en compañía de su tía Josefa, había tomado el viejo camino carretero de Las Segovias hacia el valle de Olominapa, en donde la mencionada tía era dueña de un pequeño negocio. Mas la gravidez de Rosa, no permitiéndole avanzar, le obligó a dar a luz en la pobrísima vivienda de Cornelio Mendoza, amigo de la familia.
“El Bocón”, tío abuelo de Darío
El 3 de marzo del mismo año, el recién nacido se hallaba con su madre en León. Ese día fue bautizado en la capilla del Sagrario de Catedral y lo apadrinó su tío abuelo —que haría de padre— Félix Ramírez Madregil, “El Bocón”: liberal, unionista centroamericano y partidario del líder democrático Máximo Jerez (1815-1881). Crece dentro del hogar de don Félix —alto, buen jinete, moreno y de barbas muy negras— y de su tía Bernarda, en una casona esquinera de la calle Real de León, cuna de sus antepasados.
Al poco tiempo, su madre lo traslada a San Marcos de Colón, Honduras, pueblo fronterizo con Nicaragua, instalándose allí junto a un estudiante hondureño que había alquilado una pieza en la casa de doña Bernarda: Juan Domingo Soriano. Sin embargo, su tío abuelo —a lomo de mula— marchó a traerlo retornando con él a León. De la unión de Rosa con Soriano nacería una hermanastra de Rubén: Dolores (conocida por) Lola Soriano de Turcios.
Lo demás es muy conocido y trillado e incluso legendario. Y no es necesario reiterarlo. Basta señalar que en todos los sufrimientos maternales de Rosa Sarmiento prevaleció el amor a su hijo. Éste, en su autobiografía, la recuerda en tres momentos: muy niño, en el escenario rural de San Marcos de Colón, Honduras (Una señora delgada, de vivos y brillantes ojos negros… blanca y de tupidos cabellos, alerta, risueña, bella); más grandecito, a los trece años, cuando se le apareció con una vecina, como una rara visión, obsequiándole dulces y regalitos, aparte de prodigarle mil palabras de ternura; y ya formado, a los 26, de regreso del primer viaje a España, cuando lo atendió y cuidó en León, acompañada de su hermanastra Lola, en la crisis alcohólica que se le desató al enterarse de la muerte en El Salvador de Rafaelita Contreras, su primera esposa.
La única carta del poeta a Rosa
Pero no se ha difundido lo suficiente la única carta que el poeta escribió a su madre desde San Salvador el 10 de octubre de 1890. En ese texto agradece a Rosa el haberle felicitado, a través de un telegrama, por su veintitrés cumpleaños; le habla de una empresa (el diario unionista La Unión, que dirigía) y se acuerda de su medio hermana, le adjunta otro texto epistolar y le habla de Víctor Romero, compatriota nicaragüense, dueño de la hacienda La Fortuna —próxima a la ciudad de Sonsonate—, en la que el poeta había permanecido varias semanas redactando la biografía de su finado amigo chileno Pedro Balmaceda Toro. Dice:
Mi querida madre:
Recibí su telegrama, que le agradecí profundamente, pues fue la primera de las felicitaciones que recibí. / Sé que tengo deberes y procuraré cumplirlos. Mi empresa está medio afirmándose. / Ruégole haga llegar esa carta que, como usted comprenderá, me interesa. / Abráceme a Lola en mi nombre. / Romero llegó. Es un excelente muchacho, que ha sido muy buen amigo mío, pero nunca mi protector. Éstos nunca los he tenido. Le recomiendo la carta. Le escribo corto, porque el correo se va / Le saluda con cariño y respeto, su hijo, / Rubén.
Para entonces, habían transcurrido casi quince meses de la resolución del litigio por los bienes de don Manuel Darío, fallecido el 5 de noviembre de 1888, entre el poeta —atosigado de deudas— y la viuda, declarada pobre de solemnidad por la municipalidad de Chinandega el 27 de mayo del mismo año. Resolución dictada por el sentimiento maternal de Rosa, quien —copio el escrito introducido por el abogado José Madriz ante el Juez de Primera Instancia Civil— jamás tuvo la intención de reclamar un centavo en la sucesión de su finado marido, no porque se creyese destituida de derecho, sino porque para ella ERA MÁS SATISFACTORIO QUE LLEVASE TODA LA HERENCIA SU HIJO DON RUBÉN, a quien ha amado y ama tiernamente… (las mayúsculas son del suscrito).
“La puñalada ha sido la muerte de mi madre”
Seis años después, el 3 de mayo de 1895, fallecía la declarante de este ejemplar amor maternal, y Rubén —mientras luchaba por consagrarse como líder del movimiento literario modernista en Buenos Aires— recibió la noticia con el más intenso dolor. No otra cosa lo indica en la carta, datada del 4 de julio del mismo año, a su amigo el médico Prudencio Plaza: He sufrido, mi querido Prudencio, lo que usted no puede imaginarse. ¡Con decirle que la puñalada ha sido la muerte de mi madre! / Y así, triste, solo, y completamente solo, he padecido inmensamente. ¡Tan solo!… Y por fin, esta noche, a la media noche, en una de las más duras noches de mi vida, le escribo a riesgo de darle unas horas de pena.
Tal fue, en síntesis, la relación humana, desgarradoramente humana, entre Rosa y Rubén; una relación que ya han desarrollado los biógrafos por su contenido dramático. Y el caso de ella, particularmente, inspiró una novela corta de la admirable Rosario Aguilar, publicada en 1967, que lleva de título —escuetamente— el nombre y apellido de ella: Rosa Sarmiento. ¡Rosa Sarmiento! ¡Cuánta desdicha albergó en su alma esta mujer! ¡Cuánto amor de madre entregó a su primogénito!
“Sin apoyo familiar, ni ayuda de mano amiga”
Con todo, ella formó parte de la desolación interior que padecía Rubén como un inadaptado genial que gobierna soberana y absolutamente sobre sus versos, pero obedece —esclavizado— a sus instintos. Ésta fue la lúcida explicación de su vida infortunada que dio el poeta en el prefacio a sus Cantos de vida y esperanza, Los cisnes y otros poemas (1905):
“La historia de una juventud llena de tristeza y de desilusión, a pesar de las primaverales sonrisas; la lucha por la existencia, desde el comienzo, sin apoyo familiar, ni ayuda de mano amiga; la sagrada y terrible fiebre de la lira; el culto del entusiasmo y la sinceridad, contra las añagazas y traiciones del mundo, del demonio y de la carne; el poder dominante e invencible de los sentidos, en una idiosincrasia calentada a sol de trópico en sangre mezclada de español y chorotega o nagrandano; la simiente del catolicismo contrapuesta a un tempestuoso instinto pagano; complicado con la necesidad psicofisiológica de estimulantes modificadores del pensamiento, peligrosos combustibles, suprimidores de perspectivas afligentes, pero que ponen en riesgo la máquina cerebral y la vibrante túnica de los nervios”.
Comentando esa página confesional, conmovida y conmovedora, el mexicano Jaime Torres Bodet afirma que en ella Darío nada oculta al lector: ni la hiperestesia del mestizo inseguro […], ni la afición del poeta en los paraísos embotellados: estímulos al principio, y tóxicos al final […], ni —subrayo— la angustia del chico que apenas supo quién fue su madre y no tuvo ni tiempo ni motivos reales para apreciar al hombre que le engendró…
Don Manuel: ¡Con su pan se lo coma!
Significativamente, su padre aparece en la primera carta conocida del poeta. Fechada en Chinandega el 3 de julio de 1882, y dirigida a uno de sus mejores amigos, Francisco Castro, días antes de su primer viaje a El Salvador: Pídele a don Manuel Darío, en mi nombre, por supuesto, una docena de escarpines y camisolas y… ¡lo que le puedas arrancar! Si se niega, con su pan se lo coma. ¡Con su pan se lo coma! He ahí, tempranamente expresado, el distante sentimiento que tuvo Rubén hacia su “tío Manuel”, como lo llama en sus páginas autobiográficas. Allí también se localiza el siguiente testimonio que lo marcaría para siempre:
“…don Manuel Darío figuraba como un tío. Y mi verdadero padre, para mí, y tal como se me había enseñado, era el otro, el que me había criado desde los primeros años, el que había muerto, el coronel Ramírez. No sé por qué, siempre tuve un desapego, una vaga inquietud separadora, con mi tío Manuel. La voz de la sangre… ¡que plácida patraña romántica! La paternidad única —llegó a esta convicción— es la costumbre del cariño y del cuidado. El que sufre y se desvela por un niño, aunque no lo haya engendrado, ése es su padre. LIC: JORGE EDUARDO ARELLANO."
viernes, 4 de febrero de 2011
PABLO ANTONIO CUADRA POETA ACUARELISTA DEL LAGO DE NICARAGUA.
PABLO ANTONIO CUADRA POETA ACUARELISTA DEL LAGO DE NICARAGUA.: " Nace en Managua el 4 de noviembre de 1912, Pablo Antonio Cuadra fue, además de poeta, ensayista, dramaturgo, crítico literario y de arte, narrador y artista plástico. Ha sido una de las figuras más influyentes de Nicaragua a finales del siglo XX, tanto así que era más conocido con sus siglas: PAC.
Funda el movimiento vanguardista en compañía de José Coronel Urtecho y otros en 1931 en Granada, donde se había bachillerado con los Jesuitas en 1930, dandole especial atención a los aspectos políticos e histórico culturales. Fue uno de los principales fundadores de la poesía nueva en Centroamérica y el eje cultural de la Nicaragua contemporánea.
Dirigió las más importantes publicaciones, desde Vanguardia (1931-33), pasando por el Cuaderno del Taller San Lucas (1942-51), El Pez y la Serpiente (1961), "Exilios", "Poemas nicaragüenses" (1930-1933), "Cantos de Cifar" (1971), entre otros.
En 1936 se licencia en Leyes por la Universidad de Oriente y Mediodía (Granada, Nicaragua). Pero siendo todavía estudiante había tomado ya contacto con el grupo de monárquicos católicos que en la España de la República se habían organizado en torno a la revista Acción Española, de la que muy pronto sería colaborador:
"Era lógico que los ideales sembrados por Maeztu dieran pronto sus frutos. Un día recibí en Acción Española un sobre procedente de Nicaragua, patria del inmortal Rubén, con algunos recortes de periódico enviados por un corresponsal para mí desconocido: Pablo Antonio Cuadra. Leí con atención los artículos y decidí, sobre la marcha, incluir dos de ellos en el número de la revista que estaba preparando. Uno era del propio Cuadra y otro la reproducción de un discurso de José Coronel Urtecho. Tan vibrante era el españolismo de nuestros nuevos amigos, que Maeztu llegó a sentir la alarma de que pudieran despertar recelo en Hispanoamérica sus fervores, confundidos con el resurgimiento de una idea imperialista que se acercaba incluso a la dominación territorial. Para evitar ese riesgo, escribió uno de los pocos editoriales suyos de la revista, titulado "La tradición hispánica en América", en el que afirmaba: "Tenemos miedo que el hispanismo de nuestros amigos de América pueda ocasionar que se les tilde de poco patriotas." Para Maeztu resultaba evidente que los pueblos se gobiernan mejor desde cerca que a distancia; su idea de la Hispanidad era un entretejido de lazos espirituales, ajeno por completo a la dominación territorial. En su pensamiento, todos -españoles, argentinos, peruanos, nicaragüenses...- formábamos parte de la Hispanidad; en modo alguno podíamos ser considerados como padres y el resto hijos menores sometidos a tutela. Los dos nicaragüenses se dieron perfecta cuenta de lo que pretendía don Ramiro. Desde sus generosas afirmaciones iniciales, fue estrechándose una amistad fraternal, en verdadera comunión de ideales y de esperanzas. En setiembre de 1935, Pablo Antonio Cuadra dirigía una hermosa carta a José María Pemán, testigo fiel de las aspiraciones que entonces animaban a parte de la juventud americana. Más tarde, entablaría contacto directo conmigo; pero de ello hablaré en otro lugar.
En 1954 fue nombrado codirector del Diario "La Prensa", cargo que desempeñó hasta 1998. Posterior a su nombramiento creó La Prensa Literaria. Dentro de su labor en el diario destaca su columna "Escritos a máquina", publicada desde 1964.
En 1976 dirigió La Prensa Literaria Centroamericana, fue también catedrático en la Universidad de Austin, Texas (1985). En 1993, ejerciendo la dirección del Diario La Prensa, fue nombrado Rector de la "Universidad Católica Redemptoris Mater", cargo que ejerció hasta su deceso.
Reconocimientos
Entre los reconocimientos que ha recibido están el Premio Centroamericano de Poesía Rubén Darío (1959), el de "Poesía hispánica" (1965), el "Rímini" en Italia (1986), el "Gabriela Mistral" (1991) de la OEA, y recientemente, el Nacional de Humanidades (1999).
Fue declarado Ciudadano del Siglo en el año 2000. En febrero del 2001 le fue otorgado el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Americana (UAM), última vez que se le vio en un acto público. LIC.RENE DAVILA."
Funda el movimiento vanguardista en compañía de José Coronel Urtecho y otros en 1931 en Granada, donde se había bachillerado con los Jesuitas en 1930, dandole especial atención a los aspectos políticos e histórico culturales. Fue uno de los principales fundadores de la poesía nueva en Centroamérica y el eje cultural de la Nicaragua contemporánea.
Dirigió las más importantes publicaciones, desde Vanguardia (1931-33), pasando por el Cuaderno del Taller San Lucas (1942-51), El Pez y la Serpiente (1961), "Exilios", "Poemas nicaragüenses" (1930-1933), "Cantos de Cifar" (1971), entre otros.
En 1936 se licencia en Leyes por la Universidad de Oriente y Mediodía (Granada, Nicaragua). Pero siendo todavía estudiante había tomado ya contacto con el grupo de monárquicos católicos que en la España de la República se habían organizado en torno a la revista Acción Española, de la que muy pronto sería colaborador:
"Era lógico que los ideales sembrados por Maeztu dieran pronto sus frutos. Un día recibí en Acción Española un sobre procedente de Nicaragua, patria del inmortal Rubén, con algunos recortes de periódico enviados por un corresponsal para mí desconocido: Pablo Antonio Cuadra. Leí con atención los artículos y decidí, sobre la marcha, incluir dos de ellos en el número de la revista que estaba preparando. Uno era del propio Cuadra y otro la reproducción de un discurso de José Coronel Urtecho. Tan vibrante era el españolismo de nuestros nuevos amigos, que Maeztu llegó a sentir la alarma de que pudieran despertar recelo en Hispanoamérica sus fervores, confundidos con el resurgimiento de una idea imperialista que se acercaba incluso a la dominación territorial. Para evitar ese riesgo, escribió uno de los pocos editoriales suyos de la revista, titulado "La tradición hispánica en América", en el que afirmaba: "Tenemos miedo que el hispanismo de nuestros amigos de América pueda ocasionar que se les tilde de poco patriotas." Para Maeztu resultaba evidente que los pueblos se gobiernan mejor desde cerca que a distancia; su idea de la Hispanidad era un entretejido de lazos espirituales, ajeno por completo a la dominación territorial. En su pensamiento, todos -españoles, argentinos, peruanos, nicaragüenses...- formábamos parte de la Hispanidad; en modo alguno podíamos ser considerados como padres y el resto hijos menores sometidos a tutela. Los dos nicaragüenses se dieron perfecta cuenta de lo que pretendía don Ramiro. Desde sus generosas afirmaciones iniciales, fue estrechándose una amistad fraternal, en verdadera comunión de ideales y de esperanzas. En setiembre de 1935, Pablo Antonio Cuadra dirigía una hermosa carta a José María Pemán, testigo fiel de las aspiraciones que entonces animaban a parte de la juventud americana. Más tarde, entablaría contacto directo conmigo; pero de ello hablaré en otro lugar.
En 1954 fue nombrado codirector del Diario "La Prensa", cargo que desempeñó hasta 1998. Posterior a su nombramiento creó La Prensa Literaria. Dentro de su labor en el diario destaca su columna "Escritos a máquina", publicada desde 1964.
En 1976 dirigió La Prensa Literaria Centroamericana, fue también catedrático en la Universidad de Austin, Texas (1985). En 1993, ejerciendo la dirección del Diario La Prensa, fue nombrado Rector de la "Universidad Católica Redemptoris Mater", cargo que ejerció hasta su deceso.
Reconocimientos
Entre los reconocimientos que ha recibido están el Premio Centroamericano de Poesía Rubén Darío (1959), el de "Poesía hispánica" (1965), el "Rímini" en Italia (1986), el "Gabriela Mistral" (1991) de la OEA, y recientemente, el Nacional de Humanidades (1999).
Fue declarado Ciudadano del Siglo en el año 2000. En febrero del 2001 le fue otorgado el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Americana (UAM), última vez que se le vio en un acto público. LIC.RENE DAVILA."
LA PINTURA PRIMITIVISTA EN NICARAGUA
LA PINTURA PRIMITIVISTA EN NICARAGUA: " El arte primitivista en Nicaragua, se dio a conocer en los años 80, pero no es sólo con los pintores de la Isla de Solentiname que la Pintura Primitivista se inicia en el país. Podemos mencionar tres mujeres pintoras: Asilia Guillén (1887-1964), Adela Vargas (nacida en 1910) y Salvadora Enríquez de Noguera (nacida en la segunda mitad del siglo XIX), quienes comenzaron en los años 50 a pintar motivos de la naturaleza nicaragüense y también las fiestas tradicionales de los pueblos en Nicaragua. Salvadora Enríquez se inspiró en los paisajes del Río San Juan, pintó los paisajes de la región, así que sus motivos de arte son reconocidos en diferentes latitudes.
Por: Sofía SánchezEn los años 60 nació la Escuela de Arte Primitivista en el archipiélago de Solentiname bajo la dirección del padre Ernesto Cardenal, poeta, teólogo y escultor quien además, durante los años 80 asumió el cargo de Ministro de Cultura de Nicaragua. Cardenal inició la escuela de arte en la isla y esta escuela se convirtió después en un gran taller de arte, donde los campesinos se encontraban para analizar y criticar el arte producido por ellos.Ernesto Cardenal vivió en la isla, rodeado de la naturaleza y de los campesinos pintores, poetas y artesanos que los domingos llegaban a la iglesia para compartir y discutir el evangelio. El evangelio lo adaptaron a la realidad y como resultado de estas discusiones podemos leer hoy, lo que se conoce como el Evangelio en Solentiname. Los pintores por medio de sus cuadros explicaban la realidad que vivían. La iglesia se convirtió entonces, en un punto de encuentro para muchos campesinos y jóvenes que se hicieron amigos del poeta Cardenal. Muchos de estos campesinos talentosos pintaban los paisajes de la isla. Hoy son pintores muy conocidos en Nicaragua, entre estos pintores tenemos a Elena y Rosa Pineda, Gloria Guevara, Miriam Guevara, Alejandro Guevara, entre otros.Los años 80 en Nicaragua, es la época del florecimiento del arte primitivista, como también de la poesía de taller, la música y todas las expresiones artísticas que en los años anteriores había sido dominada por la clase intelectual. En esta época es cuando los poetas y pintores ocupan un lugar importante en la cultura Nicaragüense. Tanto en el arte como en la poesía.La pintura primitivista y los talleres de poesía se dan a conocer en muchos países, no solo latinoamericanos, sino también europeos. De esta época hay muchos estudios y antologías y el arte primitivista fue exportado a otros países. Surgen muchos pintores, escritores y poetas que hoy son los que dan a conocer la cultura nicaragüense a través de sus pinturas y sus escritos.Solentiname, cuna de pintoresLa mayoría de los estudiantes de la Escuela de Arte de Solentiname eran entonces mujeres y hombres jóvenes. Ellos pintaban sus cuadros con muchos detalles de la isla, su flora y su fauna; es decir, partían de su propia realidad y le daban colores extraordinarios, vivencia que incorporaron en los paisajes del archipiélago.Entre los detalles de esta pintura tenemos los pájaros que están muy bien representados en sus lienzos, un ejemplo: las oropéndolas con sus nidos colgando de los árboles, detalle muy típico de la isla. Los detalles de la naturaleza nicaragüense están bien dibujados en sus cuadros y los colores de la misma, con mucha originalidad.Cuando vemos un cuadro primitivista nicaragüense, se puede pensar en cuadros pintados por Henri Rousseau (1844-1910) pintor francés, autor de cuadros de dibujo ingenuo, muy detallista, quien usaba el color de la naturaleza de una manera extraordinaria, por ejemplo “Los alegres comediantes” y “El sueño de Yadwigha”.La cultura de NicaraguaCon Ernesto Cardenal como Ministro de Cultura, el arte primitivista y otras expresiones de la cultura nicaragüense, se dan a conocer a nivel nacional, gracias al apoyo oficial recibido. Solentiname, el grupo de islas que queda en el lago de Nicaragua, archipiélago reconocido por su belleza, ve su crecimiento y ya no es solamente Solentiname la cuna de pintores primitivistas, sino también en otras regiones del país, donde muchos jóvenes se manifiestan con sus motivos primitivistas.Muchos pintores fueron descubiertos en esta época y recibieron apoyo del Ministerio de Cultura para que desarrollaran su arte. Entre estos y quienes actualmente están establecidos como pintores nicaragüenses, se pueden nombrar a Juan Ramón Falcón, de la ciudad de Condega en el norte de Nicaragua, Hilda Vogl de la ciudad Matagalpa, en el centro del país y Abel Vargas, de la Isla de Ometepe. Sus obras de arte ha sido expuestas en diferentes galerías en Managua, la capital y en el extranjero.Durante los años 80, la cultura se convierte en una gran escuela, porque el pueblo logró compartir sus expresiones artísticas, se enseñaron unos a otros, considerándose como un gran movimiento cultural nicaragüense. Los pintores de Solentiname ayudaron a los pintores del resto del país y el arte primitivista se convirtió en una alternativa económica para los campesinos en Solentiname y para otros pintores. Una manera de cambiar su situación económica.El arte primitivista ha sido expuesto en galerías de Norte América, Alemania, Suecia y otros países. El arte en Nicaragua ha tenido mucha aceptación y hoy existen muchas galerías de arte donde los pintores exponen sus obras. Un cuadro de 30 x 20 puede costar entre 100 y 150 dólares. No se puede dejar de mencionar que este arte también tiene su competencia cuando existen muchas duplicaciones y uno lo puede encontrar en los mercados nacionales. Para el que no conoce este arte puede comprar en los mercados un cuadro que son solamente copias de la pintura primitivista.Es imposible evitar las reproducciones que hacen los que piratean las obras de los pintores. En un país como Nicaragua es también difícil que muchos pintores puedan sobrevivir de su arte y algunos de ellos tienen otro trabajo para apoyar a sus familias y poder seguir produciendo su obra de arte.En los últimos años ha sido muy difícil para los pintores poder vender sus obras, algunas veces se organizan ferias culturales, donde los pintores, artesanos y escritores pueden vender sus pinturas, artesanías y libros. Se puede decir que la cultura en Nicaragua, no es una cultura de elite, pero no es muy fácil para los nicaragüenses estudiar arte, música y para muchos pobres es casi imposible ir a un teatro para ver una obra teatral o musical o comprar una obra de arte. Lo que uno puede ver en una casa nicaragüense es artesanía y cerámica nicaragüense, ya que esto se produce en grandes cantidades y no es caro.
El arte nicaragüense se sigue desarrollando aunque no existe financiamiento para los jóvenes que quieren estudiar técnicas de arte; además, el material es caro. Es por esto que algunas veces se les hace muy difícil producir sus obras de arte."
Por: Sofía SánchezEn los años 60 nació la Escuela de Arte Primitivista en el archipiélago de Solentiname bajo la dirección del padre Ernesto Cardenal, poeta, teólogo y escultor quien además, durante los años 80 asumió el cargo de Ministro de Cultura de Nicaragua. Cardenal inició la escuela de arte en la isla y esta escuela se convirtió después en un gran taller de arte, donde los campesinos se encontraban para analizar y criticar el arte producido por ellos.Ernesto Cardenal vivió en la isla, rodeado de la naturaleza y de los campesinos pintores, poetas y artesanos que los domingos llegaban a la iglesia para compartir y discutir el evangelio. El evangelio lo adaptaron a la realidad y como resultado de estas discusiones podemos leer hoy, lo que se conoce como el Evangelio en Solentiname. Los pintores por medio de sus cuadros explicaban la realidad que vivían. La iglesia se convirtió entonces, en un punto de encuentro para muchos campesinos y jóvenes que se hicieron amigos del poeta Cardenal. Muchos de estos campesinos talentosos pintaban los paisajes de la isla. Hoy son pintores muy conocidos en Nicaragua, entre estos pintores tenemos a Elena y Rosa Pineda, Gloria Guevara, Miriam Guevara, Alejandro Guevara, entre otros.Los años 80 en Nicaragua, es la época del florecimiento del arte primitivista, como también de la poesía de taller, la música y todas las expresiones artísticas que en los años anteriores había sido dominada por la clase intelectual. En esta época es cuando los poetas y pintores ocupan un lugar importante en la cultura Nicaragüense. Tanto en el arte como en la poesía.La pintura primitivista y los talleres de poesía se dan a conocer en muchos países, no solo latinoamericanos, sino también europeos. De esta época hay muchos estudios y antologías y el arte primitivista fue exportado a otros países. Surgen muchos pintores, escritores y poetas que hoy son los que dan a conocer la cultura nicaragüense a través de sus pinturas y sus escritos.Solentiname, cuna de pintoresLa mayoría de los estudiantes de la Escuela de Arte de Solentiname eran entonces mujeres y hombres jóvenes. Ellos pintaban sus cuadros con muchos detalles de la isla, su flora y su fauna; es decir, partían de su propia realidad y le daban colores extraordinarios, vivencia que incorporaron en los paisajes del archipiélago.Entre los detalles de esta pintura tenemos los pájaros que están muy bien representados en sus lienzos, un ejemplo: las oropéndolas con sus nidos colgando de los árboles, detalle muy típico de la isla. Los detalles de la naturaleza nicaragüense están bien dibujados en sus cuadros y los colores de la misma, con mucha originalidad.Cuando vemos un cuadro primitivista nicaragüense, se puede pensar en cuadros pintados por Henri Rousseau (1844-1910) pintor francés, autor de cuadros de dibujo ingenuo, muy detallista, quien usaba el color de la naturaleza de una manera extraordinaria, por ejemplo “Los alegres comediantes” y “El sueño de Yadwigha”.La cultura de NicaraguaCon Ernesto Cardenal como Ministro de Cultura, el arte primitivista y otras expresiones de la cultura nicaragüense, se dan a conocer a nivel nacional, gracias al apoyo oficial recibido. Solentiname, el grupo de islas que queda en el lago de Nicaragua, archipiélago reconocido por su belleza, ve su crecimiento y ya no es solamente Solentiname la cuna de pintores primitivistas, sino también en otras regiones del país, donde muchos jóvenes se manifiestan con sus motivos primitivistas.Muchos pintores fueron descubiertos en esta época y recibieron apoyo del Ministerio de Cultura para que desarrollaran su arte. Entre estos y quienes actualmente están establecidos como pintores nicaragüenses, se pueden nombrar a Juan Ramón Falcón, de la ciudad de Condega en el norte de Nicaragua, Hilda Vogl de la ciudad Matagalpa, en el centro del país y Abel Vargas, de la Isla de Ometepe. Sus obras de arte ha sido expuestas en diferentes galerías en Managua, la capital y en el extranjero.Durante los años 80, la cultura se convierte en una gran escuela, porque el pueblo logró compartir sus expresiones artísticas, se enseñaron unos a otros, considerándose como un gran movimiento cultural nicaragüense. Los pintores de Solentiname ayudaron a los pintores del resto del país y el arte primitivista se convirtió en una alternativa económica para los campesinos en Solentiname y para otros pintores. Una manera de cambiar su situación económica.El arte primitivista ha sido expuesto en galerías de Norte América, Alemania, Suecia y otros países. El arte en Nicaragua ha tenido mucha aceptación y hoy existen muchas galerías de arte donde los pintores exponen sus obras. Un cuadro de 30 x 20 puede costar entre 100 y 150 dólares. No se puede dejar de mencionar que este arte también tiene su competencia cuando existen muchas duplicaciones y uno lo puede encontrar en los mercados nacionales. Para el que no conoce este arte puede comprar en los mercados un cuadro que son solamente copias de la pintura primitivista.Es imposible evitar las reproducciones que hacen los que piratean las obras de los pintores. En un país como Nicaragua es también difícil que muchos pintores puedan sobrevivir de su arte y algunos de ellos tienen otro trabajo para apoyar a sus familias y poder seguir produciendo su obra de arte.En los últimos años ha sido muy difícil para los pintores poder vender sus obras, algunas veces se organizan ferias culturales, donde los pintores, artesanos y escritores pueden vender sus pinturas, artesanías y libros. Se puede decir que la cultura en Nicaragua, no es una cultura de elite, pero no es muy fácil para los nicaragüenses estudiar arte, música y para muchos pobres es casi imposible ir a un teatro para ver una obra teatral o musical o comprar una obra de arte. Lo que uno puede ver en una casa nicaragüense es artesanía y cerámica nicaragüense, ya que esto se produce en grandes cantidades y no es caro.
El arte nicaragüense se sigue desarrollando aunque no existe financiamiento para los jóvenes que quieren estudiar técnicas de arte; además, el material es caro. Es por esto que algunas veces se les hace muy difícil producir sus obras de arte."
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