PROFESOR EDELBERTO TORRES EL OFICIO DE MAESTRO EN TODA SUS DIMENCIONES.: "
El Profesor Edelberto Torres Espinosa es uno de los ciudadanos más eminentes y honestos que ha tenido Nicaragua.
El Profesor Torres, durante su fecunda existencia de noventa y seis años (1898-1994), fue un modelo de ciudadano y un ejemplo de las más altas virtudes cívicas. Paradigma de modestia y rectitud, su trayectoria como luchador infatigable por la democracia y la justicia social, es fuente perenne de inspiración para las presentes y las futuras generaciones.
Inclaudicable fue su lucha contra la dictadura somocista y su rechazo a toda forma de tiranía. La más leve violación de los derechos humanos del más humilde ciudadano le hacía temblar de justa indignación. Siempre existió en su vida la más perfecta congruencia entre sus palabras y sus hechos.
El Profesor Edelberto Torres es, además, uno de los educadores que más ha contribuido a la modernización de la educación nicaragüense. Fue un factor clave para la creación de las Escuelas Normales Centrales, la de Varones y la de Señoritas, cuyos planes y programas de estudio elaboró. Fundó el Escalafón del magisterio nacional, la sección de estadísticas educativas del Ministerio de Educación, un Kindergarten modelo y reorganizó la enseñanza comercial. Pero, su aporte más valioso fue la promoción de una nueva pedagogía, plasmada en los planes y programas de estudio para la educación primaria nicaragüense, que él personalmente redactó, y que merecieron grandes elogios a nivel nacional e internacional.
La base científica de los programas del Profesor Torres era el conocimiento de la psicología infantil y las normas que rigen el desarrollo del ser humano. La pedagogía que recomendaba era la pedagogía activa, que por entonces se concretaba en denominarla Nueva Escuela o Escuela Activa. Varias novedades encontramos en sus programas. En primer lugar, la concepción misma del Plan de Estudios como un proyecto pedagógico que se desenvuelve gradualmente, acompañando el desarrollo intelectual, psíquico y físico del niño. Todos los programas toman en cuenta la personalidad del niño y estimulan su orientación hacia la convivencia familiar y social, la importancia del trabajo, abandono del aprendizaje memorístico, participación activa en la clase y en la vida escolar, etc...
Entre las actividades escolares se recomendaban, entre otras, la organización de la Ciudad Escolar, mediante elecciones democráticas en que participaban todos los alumnos, para elegir un “gobierno escolar”; la creación de cooperativas escolares de ahorro, para estimular en los niños el hábito del ahorro y llevar a cabo algunos proyectos escolares o comunales con los fondos acumulados; los Comités de propaganda Antialcohólica, para combatir desde muy temprano el vicio del alcoholismo; los Comités protectores de animales y plantas; la Cruz Roja Infantil; el Mapa en relieve, etc... Don Edelberto fue así el verdadero precursor de la actual experiencia de los Gobiernos estudiantiles.
Pero don Edelberto no solo fue un reformador de la educación, sino también un eximio dariano, que nos dejó la mejor y más erudita biografía de nuestro máximo poeta: “La dramática vida de Rubén Darío”. El año 2009 se publicó, por la Editorial Amerrisque, y gracias al empeño de varios años de la hija del Profesor Torres, la Lic. Mirna Torres Rivas, la Octava y definitiva edición de esta obra memorable, corregida y ampliada. El Profesor Torres fue un pionero en la investigación de la dimensión social y política de la poesía dariana y en el análisis del pensamiento pedagógico de Rubén.
La otra gran vocación de don Edelberto fue su culto a la figura y la gesta del General de Hombres Libres, Augusto C. Sandino. A él se debe la biografía del héroe de Las Segovias intitulada “Sandino y sus pares”.
El Profesor Torres publicó también, entre otras obras, una biografía del escritor guatemalteco Enrique Gómez Carrillo y una semblanza de Andrés Bello.
En 1967, en ocasión del primer Centenario del nacimiento de Rubén Darío, la UNAN, por iniciativa de quien escribe, le otorgó el Doctorado Honoris Causa. El gobierno de Anastasio Somoza Debayle se negó a darle visa al Profesor Torres para que viniese a recibir tan alta distinción. Entonces el suscrito viajó a México en 1969 y le hizo entrega al Profesor Torres del diploma que lo acreditaba como Doctor Honoris Causa de la UNAN, en una sencilla ceremonia, en casa de otro eminente dariano, Ernesto Mejía Sánchez, quien años después también fue distinguido por la UNAN con el Doctorado Honoris Causa.
:up: :doh: :yes: LIC.RENE DAVILA. / 12060011"
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