Salvador Cardenal Barquero es el fundador de la nueva trova nicaragüense y un pionero del canto ecológico en el ámbito latinoamericano. Junto con su hermana Katia conformó el Dúo Guardabarranco, cuyo nombre sirve de homenaje a la bellísima ave nacional de Nicaragua.
Sobre el origen y el significado de este nombre, Katia ha dicho: “Salvador estuvo en el 1978 y 1979 en Panamá. Vino para la alfabetización y ya no volvió al Seminario. En ese momento ya teníamos el nombre Guardabarranco, que el mismo Salvador propuso. Guardabarranco fue elegido no solo pensando en el ave nacional, sino también porque tiene una característica muy especial: no se puede enjaular porque se pega contra los barrotes, y lo otro, porque cuando los otros animales del bosque escuchan al ave, saben que ahí hay peligro. Eso era un simbolismo de que nuestra música iba a advertirle a las personas sobre el peligro de la maldad, del egoísmo, las tentaciones que hacen que el hombre sucumba en la corrupción, en la avaricia, que son temas que nosotros tocamos en nuestras canciones. El guardabarranco es el único pájaro que tiene una cola con dos plumas, como dos péndulos, entonces nos quedó perfecto, porque nosotros éramos dos” .
Inicio en el canto
Días de amar, canción que obtuvo el primer premio del Festival OTI en Nicaragua en 1986.
Antes de dedicarse a la música de manera exclusiva, el cantautor realizó estudios universitarios de ecología. Posterior, se desempeñó como asesor cultural en el Ministerio del Ambiente y recursos naturales, puesto para el que, tras la muerte del brillante compositor a los 49 años -el 8 de marzo de 2010 debido a complicaciones de la enfermedad crioglobulinemia mixta tipo II- el gobierno sandinista propuso a Katia.
Las canciones de Salvador han posibilitado una mayor conciencia ambiental en toda una nueva generación que considera esta música una bandera en la lucha ética urgente para proteger los animales, los bosques y los ríos no solo en Nicaragua sino más allá de sus fronteras.
Los Días de amar
Días de amar, apareció incluida en el disco homónimo del Dúo Guardabarranco editado en 1991. Esta canción cuestiona los valores humanos que contribuyen a la degradación ambiental empieza y termina con una imagen directamente ligada al origen etimológico de la palabra “ecología”, ya que contiene la idea de la casa (oikos) y tratado (logos). La casa en una escala menor se magnífica para alcanzar la extensión del planeta que habitamos. Días de amar augura un futuro mejor gracias al amor y a una recuperación de la inocencia del niño. Destaca los lazos afectivos entre los seres humanos y su entorno (la topofilia y la biofilia) que son una característica fundamental de la poesía ecológica:
Vienen ya días de amar la casa que habitas,
días de amar la tierra vegetal,
flor y animal;
vienen ya ríos con aguas sin envenenar,
aguas que beben los que tienen sed igual que usted.
Vienen ya bosques pulmones de la gran ciudad,
selvas que aroman en la oscuridad, noches de paz.
¿Qué hacía falta a la humanidad?
Cardenal pide la unidad a través de su música para crear de esta forma una nueva conciencia, transformando así nuestra manera de vivir en el mundo. LA PRENSA/Archivo.
El Colibrí también forma parte de las canciones seleccionadas en Días de amar . Describe el amor casi humano entre un colibrí y una flor que para el ave proviene de un paraíso del cual ha sido expulsado. La búsqueda lo lleva a un viaje interminable sobre la superficie de la tierra, hacia el arco iris y más allá del sol, pero el colibrí no es capaz de ver lo que lleva en su pequeño corazón que late más de mil veces por minuto. Asociar el néctar con el amor evidentemente es una imagen figurativa pero con un sentido paralelo literal de vida o muerte, ya que los colibríes, que pertenecen a la familia Trochilidae, ven cómo sus vidas peligran constantemente, con pocas horas de margen, si no encuentran suficiente azúcar (más de diez veces su peso corporal) para mantener su metabolismo acelerado. El colibrí de la canción de Cardenal no puede vivir sin la flor que cree ausente pero, tristemente, no es capaz de reconocer que la flor con su néctar de amor crece en su propio corazón. Las posibilidades metafóricas de la canción son muy amplias, porque, si la humanidad contiene en sí sin saberlo algo del terreno supuestamente perdido del Edén, ¿cómo se consigue acceder a ese conocimiento? ¿Cómo se retorna al jardín de Dios? ¿Cómo podemos alimentarnos de algo que llevamos dentro sin afanarnos en búsquedas inútiles? Y si esta flor, debido a nuestra forma de ser, es una especie amenazada, ¿cuál es el futuro que nos espera?
Himno de muchas generaciones
Casa abierta del Dúo Guardabarranco de 1994, Dale una luz se ha convertido para las generaciones más jóvenes del país en una suerte de himno nacional alternativo que se canta apasionadamente, un fenómeno parecido hasta cierto punto con la bien amada canción This Land is Your Land de Woody Guthrie en Estados Unidos. La composición contiene los elementos imprescindibles para dibujar la geografía nicaragüense sea el lago, los volcanes, los bosques, el Caribe, los huracanes y los terremotos. Pero también incluye los correspondientes a la sociedad actual con referencias al tráfico de drogas, la guerra de la Contra, la campaña de alfabetización, la inmigración y la falta de recursos económicos.
En un lugar llora el cielo de ternura. En un lugar todo el verde está de fiesta. Y en alta mar no muy lejos de Corn Island y El Bluff, un hombre niño pesca un saco en el mar. En un lugar, quema el cielo las estrellas. En un lugar que me vio jugar de niño, tuve amistad un amigo que no jugará más. Pero la calle hoy se llama como él. En un lugar llueve tanto que se apaga el sol y el lodazal besa siempre tus rodillas. Un viejo está aprendiendo sus primeras letras. No tiene anteojos, pero sabrá leer. En un lugar donde el agua alza volcanes y el tiburón hizo nido en agua dulce, el huracán pone un bosque en reverencia mortal. Tiembla la tierra, tiembla el mar de este lugar.
Tanto Araré el aire, la obra maestra de Salvador Cardenal, como ¿Quién va a cambiar la historia? forman parte de Soy juventud (2009) del Dúo Guardabarranco. El comienzo de Araré el aire es una escalada, un paulatino ascenso, un vuelo ascendente, en que las voces suben y siguen subiendo cada vez más alto en el cielo musical en torno al cantautor y su hermana Katia. Además de ser una canción físicamente exigente, ya que exige una gran capacidad pulmonar de los intérpretes, propone una meta imposible como desafío fundamental que le otorga sentido a la vida.
La idea de cultivar un canto esperanzador en el aire supone toda una hazaña que implica muchos riesgos. Tal vez es lo que le queda pendiente a Salvador Cardenal al final de su vida, dispuesto a enfrentarse a cualquier obstáculo, por lo que llega a negar los límites del pensamiento racional, luchando entre la gravedad y la gracia para realizar su sueño de sembrar un bosque espiritual que tenga su correspondiente bosque terrenal protegido de toda la actividad humana destructiva que denuncia con fervor ante el saqueo de los árboles. Su canto, construido desde el amor, es una semilla intangible pero potente en las mentes de sus oyentes. Nuestro llanto de reconocimiento del daño que hacemos al medioambiente, nuestra aceptación de culpabilidad como especie será, para Cardenal, el agua que hará crecer el cambio social necesario para conservar la salud del planeta.
La crisis ecológica
Desde la presente crisis ecológica, Cardenal mira hacia el futuro con una mezcla de optimismo e incertidumbre, pero, además, realiza un llamado al cambio social.
Según Cardenal, si no actuamos ahora para prevenir el cambio climático y la contaminación provocada por el consumo de combustibles fósiles, nos aguarda un futuro apocalíptico, incluso el aniquilamiento, el fin de la vida.
Odas a la tierra
Nos ha legado Salvador Cardenal canciones como Quiebraplata, que plantean preguntas difíciles pero ineludibles, cuyas respuestas determinarán nuestra posibilidad de supervivencia como especie:
¿Qué será de nuestra tierra amada
de las montañas del agua clara?
¿Qué será de la mañana sin sus aves
trinando por vos? ¿Qué será de este planeta
cuando caiga el último árbol?
LA PRENSA/Archivo.
Mi guitarra es hija de un árbol cantor
que respiró como yo.
Tu violín es hijo de un árbol cantor
que bebió un río y un sol.
¿Y quién labró los instrumentos de cuerda y viento,
la guitarra y el violín?
Son madera de pura montaña.
Si mañana no hay montaña,
¿con qué cantarán los niños?
La guitarra y el bambú,
la madera, la flauta de caña,
la mañana y mi hermana
son la voz que me acompañan.
La guitarra y el violín
son madera de pura montaña.
Si cortamos la montaña,
¿con qué cantarán los niños?
Una sola voz para crear de esta forma una nueva conciencia, transformando así nuestra manera de vivir en el mundo. Este desafío tremendo exigirá la acción de la colectividad como una oración masiva para que alcance a Dios el canto:
Tendremos todos que seguir cantando,
seguir soñando, seguir protestando
hasta que sople el viento y caigan flores
sobre los campos, sobre las cabezas.
Tendremos todos que seguir cantando
tan juntos que Dios
pueda sentirnos una sola voz,
una sola voz, una sola voz.
Por su circulación masiva en el ámbito nacional, la música de Nicaragua ha sido y será más importante que la poesía en el proceso de forjar una conciencia ambiental. Por otro lado, la música de Erwin Krüger, los hermanos Mejía Godoy y Salvador Cardenal, también refleja un elemento que siempre ha existido en el país: el conocimiento y el afecto que siente la población general hacia el paisaje con todas sus plantas y animales que le rodean y que forman una parte todavía importante de la vida cotidiana, especialmente en las zonas rurales.
Bosawas disco póstumo
Bosawas pertenece a V erde verdad (2011), disco póstumo de Salvador Cardenal como solista y compositor de temas ecológicos. La palabra Bosawas es el resultado de la suma de las sílabas que provienen de los siguientes nombres: río BOcay, cerro SAslaya y río WASpuk en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN). Como Reserva de Biosfera nombrada por una resolución de la Unesco en 1997, Bosawas tiene una extensa biodiversidad, ya que es el corredor biológico donde se unen Norteamérica y América del Sur con más de 10,000 especies de plantas y árboles vasculares. Entre la fauna, se destacan colonias de quetzales, el águila arpía, guacamayas, pumas, jaguares y tapires.
La entomofauna ha sido muy poco investigada y podría alcanzar hasta 200,000 especies. Según consta en un estudio del Marena.
La musicalidad de la tierra
quien te hace mal,
se olvidó que el aire sos vos.
Ay Bosawás selva virgen que se va.
Nadie toque Bosawás y déjenla tal como está, Bosawás.
Un millón de especies son fauna y flora, las que anidan tu esplendor, Bosawás
y una sola especie es la raza humana, destiñendo tu verdor.
Tu pecho recoge el agua, que luego se vuelve río.
Tus árboles siempre verdes son pulmones, son amigos.
Ay, Bosawás, aire puro es lo que das, si te secás, la vida se puede asfixiar.
Ay, Bosawás, el planeta oxigenás.
Mil banderas pagarán por el aire que vos les das, Bosawás...
Sólo en vos podrán hallar fauna y flora, medicina para el mal incurable.
Sólo en vos el animal que se extingue puede hallar refugio y paz.
Los miskitos, los mayagnas, no te incendian, no te acaban.
Pero la gente que llega tala, quema y te abandona.
Ay, Bosawás, selva virgen te nos vas. Quien te hace mal, no sé si será criminal.
Maderero que llegás con tu sierra, vas cortando el porvenir de los niños. Güirisero, te llevás de los ríos oro puro y ni apagás tu fogata.
El halcón negro surca el cielo, y el águila arpía el bosque.
Ay, Bosawás, río y selva en hermandad.
En breve:
Salvador de Jesús Cardenal Barquero Cantautor nicaragüense nació en México, el 6 de octubre de 1960
Compositor, cantautor, poeta, pintor y ecólogo.
En 1980 funda el Duo Guardabarranco junto a su hermana Katia Cardenal.
Falleció a los 49 años de edad en Managua. El 8 de marzo del 2010.
FUENTE : LA PRENSA / LIC:RENE DAVILA /27070011